ENTREVISTA CON LA COORDINADORA DEL PDECAT

Marta Pascal: "En la moción de censura, nuestros votos son incompatibles con los de Cs"

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Daniel G. Sastre

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Marta Pascal (Vic, 1983), coordinadora general del PDECat, logró el sábado una victoria interna ante los críticos, que buscaban poner en duda su liderazgo en la asamblea que el partido celebrará en julio. Ese cónclave servirá al final para ampliar la dirección y para consagrar la apuesta por presentarse como Junts per Catalunya a las municipales del año que viene.

El Consell Nacional del sábado se presentaba trascendental. ¿Cómo sale el partido? Muy reforzado, estoy muy satisfecha. Teníamos ganas de abordar todo el engranaje de la asamblea de julio, y no lo queríamos hacer antes de que quedase un poco desvelado el panorama político. En julio debemos relanzar el proyecto, y esa visión ha quedado consolidada. Abordamos el futuro con mucha unidad.

¿Quedan resueltas las peticiones del sector crítico con la apliación de la dirección? Sí. El planteamiento es muy inclusivo con estas voces, muy valiosas para nosotros. No queremos un partido autocomplaciente. Ampliar la dirección resuelve los desacuerdos pendientes del congreso de hace dos años. 

¿Ha hablado con Joan Ramon Casals, el posible candidato alternativo a su liderazgo?Sí. Compartimos grupo parlamentario en JxSí. Hemos hablado mucho en el pasado, y también en estos últimos días, y también seguiremos hablando. Aquí hace falta todo el mundo.

Los críticos no ven a la dirección actual lo bastante cercana a Carles Puigdemont. 

El día que Puigdemont comunica que él no será candidato y que se investirá a Quim Torra, la dirección del partido estaba con él en Berlín. Nos vemos a menudo. Le agradezco que quiera escuchar siempre todas las opiniones, y nosotros siempre lo hemos sabido. Siempre hay gente que malintencionadamente dice que eso es un desacuerdo o que es una crítica, pero en ningún caso. Hay un trabajo coordinado; el PDECat es el partido de Puigdemont.

Ahora mismo, ¿su relación con Puigdemont es buena? Es muy buena.

¿Cuáles deberían ser los ejes de actuación del nuevo Govern? Hay una cosa fundamental: levantar el 155. Y también la intervención económica previa. Además, debe haber un trabajo en torno a que la gente que está en la cárcel y en el exilio pueda volver; eso ayudaría mucho a desbloquear la situación política. Puigdemont debe liderar el flanco internacional. Queremos un Govern que gobierne, que hable con todo el mundo, que trabaje para los 7,5 millones de catalanes. Que afronte los problemas políticos con soluciones políticas: esto solo se resuelve sentándose en una mesa a hablar.

¿Está satisfecha con el peso del PDECat en el nuevo Govern? ¿Se mantendrá?

Mucho. Ahora hay una presencia importante de 'consellers' del PDECat. Me consta que si hay modificaciones seguirá en esa línea, y puede haber alguna sorpresa. Hemos hablado con Puigdemont y Torra que las personas que asumirán las 'conselleries' representarán también nuestro espacio político. Les hemos puesto a disposición gente muy sólida y con mucha experiencia política.

¿El bloqueo actual debería resolverse nombrando a un Govern dentro de la legalidad? El Gobierno español tiene enfrente un acto debido y no lo está cumpliendo. Nosotros no podemos renunciar de ninguna manera a eso. El Govern está para gobernar, para hacer política, pero no podemos pasar por alto lo que los ciudadanos dijeron el 21-D.

En todo caso, ¿el fin de la aplicación del 155 es prioritario? Absolutamente. Y también es de justicia: es inaguantable una situación como ésta. Se hace todo a la carta, a favor de lo que conviene. El 155 no dice que no puedas dejar de publicar un decreto para evitar que se nombre a 'consellers' que no te gustan.

¿Le molestó que el Govern que anunció Torra fuera tan poco paritario? La restitución situó a determinadas personas, y el tema del género quedó en segundo plano. Evidentemente, como mujer y ciudadana me gusta que el Govern tenga la proporción de hombres y mujeres que mejor refleje la sociedad. Espero que esto se pueda corregir. Ahora bien: la restitución era necesaria, porque es un acto de justicia.

¿Qué precio tiene el apoyo del PDECat a la moción de censura de Pedro Sánchez? Nos presentamos a las elecciones con un decálogo cuyo primer punto era echar a Rajoy. Es el rostro de la represión del 1-O, del bloqueo político, de la judicialización... Si hay que escoger a Sánchez, que se ha dedicado a insultar al 'president', y a un PSOE cómplice del 155, definiríamos unas condiciones si nos sentamos a hablar. Nuestros votos no son compatibles con todo. Por ejemplo: no son compatibles con Cs, que defiende un modelo de España ultranacionalista, de un populismo extremo, que son partidarios de ampliar el 155... Nuestras condiciones serán firmes y fuertes: no seremos cómplices de mantener a Rajoy en la Moncloa, pero tampoco de alguien que diga y haga lo mismo. Por tanto, 'wait and see'.

Pero Sánchez está buscando el apoyo de Ciudadanos, e incluso se plantea convocar elecciones para convencerlos. Yo no veo a nuestros votos junto a los de Cs, lo digo con contundencia. Sería muy incoherente. Tenemos que ver qué pasa, pero la inestabilidad política e institucional española también se derivan de no haber sabido encontrar las respuestas oportunas a los anhelos de los ciudadanos de este país, que lo que querían era votar y que en su mayoría se han posicionado a favor de que tenga un Estado. Y eso la política española no lo puede olvidar, y no puede hacer ver que no pasa.

El PDECat concurrirá a las municipales bajo la marca de JxCat. Queremos que lo validen los alcaldes, pero teníamos muy claro que la fórmula de JxCat ha tenido éxito electoral y la teníamos que repetir. Hicimos una apuesta por la transversalidad en otoño, y es una apuesta que se ajusta a la realidad del país y que es electoralmente competitiva. 

¿Es seguro que la gente de Barcelona podrá votar a Neus Munté? Ella misma ha dicho que es consciente de que se tienen que estudiar fórmulas, y que la unidad es un valor. Hay que dejarla trabajar. Tenemos escenarios abiertos, pero la línea de la unidad es la que se debe trabajar, también se han manifestado en esa línea Puigdemont y Mas: hay que escuchar a la gente de Barcelona, porque están surgiendo muchas iniciativas. Hay una alternativa de luz y prosperidad al proyecto gris de Ada Colau, que apaga la ciudad.