INTERVENCIÓN ANTE MILITANTES

El PP apela a ETA para intentar amedrentar a los barones socialistas

Pilar Santos

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Pedro Sánchez vuelve a ser Judas Iscariote. Donde el PP veía hasta el jueves a un político español fiable para apoyar el 155, ahora ve al traidor por antonomasia. Los conservadores ya compararon al dirigente socialista con el apóstol en abril del 2016, cuando intentó formar Gobierno con Ciudadanos. Y si entonces le acusaban de vender a Albert Rivera ahora creen que a los que va a vender es a "los españoles". "Si no retira la moción de censura, pasará a la historia como el Judas de la política por traicionar a España", exclamó este sábado el número tres del PP, Fernando Martínez Maillo.

El dirigente conservador siguió con el duro discurso iniciado la víspera por él mismo y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para intentar desprestigiar a Sánchez por su intento de sacar al líder del PP de la Moncloa después de conocerse una sentencia judicial que condena a su partido y denuncia la falta de "credibilidad" del jefe del Ejecutivo. Y, como hace dos años, Maillo también apeló a los barones socialistas para que frenen a Sánchez (algo que acabaron haciendo hasta el final, cuando lo descabalgaron de la secretaría general). El coordinador general popular afeó al líder del PSOE que haya pasado del "no es no" al "yo es yo" y que quiera llegar a la Moncloa con el respaldo de "los independentistas" y "los herederos del terrorismo" (en referencia a Bildu). 

Maillo pidió ayuda a los dirigentes regionales progresistas para que frenen la voluntad de Sánchez de seguir adelante con la moción de censura. "¿Dónde están aquellos como la señora Susana Díaz, el señor [Javier] Lambán, la señora [Francina] Armengol, el señor [Emiliano] García-Page, todos aquellos que en 2015 y 2016 le dijeron a Sánchez: 'Pedro, con los independentistas, no'?", se preguntó en referencia a los presidentes socialistas de Andalucía, Aragón, Islas Baleares y Castilla-La Mancha. "Si callan y aceptan, serán cómplices de la traición" a España, dijo antes de advertirles de que pagarán las consecuencias en las elecciones de 2019. Sin embargo, a diferencia de hace dos años, es improbable que el PP logre abrir alguna fisura en las filas socialistas. Sánchez controla el aparato y la militancia no entendería que se le perdonara la vida a Rajoy otra vez. 

¿Viaje a Berlín para ver a Puigdemont?

El secretario general socialista dijo el viernes que pedirá el apoyo de los 350 diputados para sacar adelante la moción y, ante la negativa de Ciudadanos (y del PP), aseguró que no tendrá remilgos en recibir el respaldo de los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes. A esos posibles compañeros de viaje en la misión de tumbar a Rajoy tras la sentencia de la Gürtel (ERC, PDECat, Bildu y quizás el PNV si se decide a que salga adelante la iniciativa) son a los que se agarra el PP para infundir temor. "¿Qué le vamos a ver en el futuro? ¿Yendo a Berlín para pedirle el apoyo de Puigdemont?", dijo Maillo para espolear a los conservadores en el acto de Zamora. 

Según fuentes del PP, la presión sobre Sánchez irá en aumento y en los próximos días se le pedirá que cuente las "cesiones" que está negociando con los republicanos y la antigua CDC para lograr sus apoyos. Nada dijeron esas fuentes de las prebendas que pueda sacar el PNV. Los nacionalistas vascos negociaron a la mayor con el PP en los Presupuestos presentados por el Gobierno y aprobados en el Congreso esta misma semana.

La agenda de Rajoy, en el aire

¿Qué planes tiene Mariano Rajoy para la semana próxima? No está claro. La Moncloa acostumbra a informar los viernes de la agenda de la semana siguiente, pero esta vez no lo hizo. El jefe del Ejecutivo tenía previsto acudir a un foro de emprendores y autónomos el próximo lunes y, según fuentes gubernamentales, no está claro que lo haga. Los planes a corto plazo del líder del PP saltaron por los aires el viernes por la mañana cuando Pedro Sánchez registró la moción de censura. El primer cambio público determinante fue que Rajoy <strong>anuló su viaje a Kiev</strong> para asistir a la final de la Champions.