Carrizosa quita un lazo amarillo y Torrent suspende el pleno del Parlament

Se auguraba un día anodino, casi burocrático en el Parlament. Por primera vez en meses en una jornada de pleno no se había blindado la Ciutadella, ni había vallas delante de la Cámara catalana. El orden del día era el de un pleno casi rutinario. Aunque no se haya constituido todavía Govern, parecía que se volvía a una cierta normalidad. Pero, como en una novela de H. P. Lovecraft, la calma solo precedía a la tormenta. El pleno del Parlament, el primero de Quim Torra ya elegido como 'president', se ha suspendido por un lazo amarillo. Carlos Carrizosa, portavoz de Ciutadans, se ha quejado porque había uno delante de ellos, en la bancada que corresponde al Govern (y que estaba vacía, al no haberse constituido todavía). Ha reclamado a Roger Torrent que se retirara y, ante la negativa,lo ha hecho él mismo, provocando que el presidente del Parlament suspendiera el pleno que no llevaba ni media hora.

Elsa Artadi había colocado el lazo al principio del pleno. Con sigilo, desde las filas de Ciutadans (situada detrás de la del Govern) habían hecho que se cayera, pero la propia Artadi lo había vuelto a poner de pie. Después de la tediosa lectura de las cuentas generales de la Generalitat del 2014, Carrizosa ha pedido la palabra para decir que o se retiraba el símbolo en solidaridad con los presos soberanistas o lo harían ellos mismos. "No convierta esto en una olla de grillos o un patio de escuela. Les pido, les exijo que no lo retiren", le ha afeado el presidente del Parlament, visiblemente molesto. Carrizosa ha hecho caso omiso y lo ha quitado, tirándolo en la bancada de Ciutadans como si fuera un plato volador. "Como estamos de acuerdo con el presidente en no convertir esto en un patio de colegio y nosotros hemos sacado este lazo y otro diputado lo ha vuelto a poner lo vamos a quitar en este mismo acto".

"No es nadie para quitar símbolos de este pleno. O lo vuelve a va poner en su sitio o suspendo el pleno", le ha advertido Torrent. El portavoz naranja, con una sonrisa burlona en los labios, se ha negado y Torrent ha cumplido su amenaza.  Toni Castellà, del grupo parlamentario de ERC, ha vuelto a poner el lazo amarillo en la bancada del Govern. Torrent ha citado a los portavoces de los partidos en su despacho, donde les ha exigido respeto a la institución y también a los símbolos, especialmente aquellos que hacen referencia a los diputados que ven vulnerados sus derechos políticos, y ha advertido que no permitirá ni una sola falta de respeto más en el hemiciclo. Una hora después se ha reemprendido el pleno, con Torra llevando el lazo de la polémica en sus manos, que ha colocado a su vera. "El lazo amarillo representa hoy más que nunca al Govern de Catalunya", ha tuiteado el 'president'. 

La solución del lazo se había tomado de acuerdo con todos los grupos de menos la CUP. Natàlia Sànchez, diputada de los anticapitalistas, ha clamado contra Ciutadans, señalando que le tendría que dar "vergüenza" "avalar a la ultraderecha violenta", legitimando al "fascismo" que quita cruces de las playas con actitudes como la de Carrizosa. Tras terminar su intervención, ha colocado un cartel en la bancada del Govern, donde estaba el lazo de la polémica, en el que se podía leer "'Stop Fascism, prou agressions'". "Ni un paso atrás, no permitiremos que el fascismo se exprese de forma violenta y agresiva en este Parlament, tal como se ha visto cuando el portavoz de Cs

ha retirado el lazo", ha incidido Carles Riera.