Tensión en playas de Catalunya por las cruces amarillas

El amarillo está tiñendo el debate político en Catalunya. No solo en el Parlament sino también en ayuntamientos, en los bares, grupos de whatsapp y hasta en las playas. En la de Canet de Mar un grupo de personas ha arrancado decenas de cruces amarillas que estaban clavadas en la arena, lo que ha provocado un enfrentamiento con partidarios de esta iniciativa en apoyo a los políticos presos, que ha terminado con cinco independentistas heridos leves.

Varias personas, algunas de ellas con la cara tapada, han comenzado a quitar las cruces que tenían inscritas palabras como 'Democracia' y 'Libertad' para simbolizar la muerte de estos conceptos en el Estado.

Al sacar las cruces, un grupo de partidarios de la independencia de Catalunya ha recriminado la acción, lo que ha provocado algún rifirrafe. El Comitè de Defensa de la República (CDR) de Canet de Mar ha calificado la acción como una agresión fascista y ha asegurado que había 30 encapuchados y ha provocado tres heridos: "Esta es su democracia, violentos e intolerantes", ha expresado en una publicación en Twitter.

Entre los cinco heridos está el concejal de la CUP en Canet Marc Jiménez. En declaraciones a TV-3, ha asegurado que las personas que se llevaban las cruces le han tirado al suelo y un hombre le ha puesto una cruz al cuello para que no se pudiese mover.

También ha asegurado que mientras estaba inmóvil, otras personas le propinaban golpes y pisotones. Jiménez ha subrayado que entre los que han irrumpido en la playa había militantes de Ciudadanos.

El domingo ya se habían producido enfrentamientos verbales en las playas de Llafranc y Calella de Palafrugell. Los que intentaron quitar las cruces y las banderas se encontraron con los aplausos de una parte de los bañistas y vecinos, pero también con la oposición frontal de otras personas, a favor de la acción de los CDR. En los momentos de máxima tensión se produjeron gritos e incluso empujones. 

Medidas en los ayuntamientos

A la vista de estos hechos, que se están dando con cada vez más frecuencia, algunos municipios están empezando a tomar medidas. Arenys de Munt se convirtió en el primer ayuntamiento de Catalunya que sancionará a aquellas personas que se dediquen a arrancar lazos amarillos.

La decisión se acordó el pasado jueves en el pleno del consistorio, gobernado por ERC, con una declaración institucional que avisa de que se "valorará la posibilidad de sancionar a las personas que retiren símbolos de la vía pública y de espacios privados".

Autorización para colgar lazos y banderas

Por contra, el ayuntamiento de Castellbell i el Vilar ha publicado un bando en el que exige a los vecinos que quieran colgar símbolos en la vía pública, tales como lazos amarillos o banderas españolas, pidan autorización previa al consistorio. La alcaldesa socialista, Montserrat Badia, explica que la medida busca evitar la "crispación" y que se rige por el ordenanza municipal del 2011.