CAUSA POR REBELIÓN

El Supremo acusa a Bélgica de "falta de compromiso" por rechazar la euroorden

Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Serret celebran la decisión del juez.

Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Serret celebran la decisión del juez. / BLANCA BLAY

Ángeles Vázquez

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Al Tribunal Supremo no le ha gustado nada la decisión de la justicia belga de rechazar la euroorden cursada a ese país para lograr la entrega de los 'exconsellers' Toni Comín, Meritxell Serret y Lluis Puig en la causa abierta por rebelión, malversación o desobediencia. En el alto tribunal reina la decepción y la sensación de que hubieran hecho lo que hubieran hecho la decisión habría sido la misma por la "falta de voluntad" belga de acceder a ella desde que se presentó la primera reclamación.

Fuentes de la Sala Segunda señalan que el rechazo de las euroórdenes "podría interpretarse como una ausencia de compromiso" a la hora de "prestar la colaboración judicial" solicitada por España. Y no solo critican a Bélgica, también lamentan la falta de iniciativa del Gobierno de Mariano Rajoy a la hora de enfrentarse a la batalla que debía librarse ante tribunales europeos y que ya dan prácticamente por perdida.

El argumento principal del Supremo es que en marzo procesó a los reclamados, junto con otros 20 líderes del 'procés', entre ellos, el expresidente catalán Carles Puigdemont, y en ese auto se expresaban los hechos y argumentos jurídicos por los que se les quiere juzgar. En ese momento el instructor, el juez Pablo Llarena, adoptó la medida cautelar de prisión contra todos los 'exconsellers' huidos. A petición de la fiscalía, también volvió a librar las ordenes europeas de detención con "una clara resolución de soporte, como es el auto de procesamiento". 

Desde la Sala de lo Penal se insiste en que esa resolución "es la que en el ordenamiento jurídico" español cuenta "con más desarrollo argumental, a excepción de la sentencia", por lo que "solo el desconocimiento" de nuestro sistema judicial "permite obviar el auto de procesamiento en el que descansa la euroorden", argumenta. No menciona la razón por la que la fiscalía belga se ha opuesto a la entrega: no haber dictado Llarena una orden de detención nacional contra los reclamados. Al requerimiento de información planteado por el ministerio público de ese país, el juez contestó que seguía en vigor la dictada por la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.

Nueva euroorden

En cualquier caso, si la única pega que existe para la entrega es esa, Llarena siempre podría dictar esa orden de detención y volver a librar una euroorden, para que las autoridades belgas se pronunciaran en el que sería el tercer procedimiento de estas características instado por España, una posibilidad apuntada por fuentes fiscales, que aún esperan a conocer la decisión judicial belga para adoptar una posición definitiva.

Sobre todo ante el temor de que la decisión belga sea extrapolable, como previsiblemente intentará la defensa, a otros países, como Alemania o Escocia, donde se encuentran Puigdemont y Clara Ponsatí. El alto tribunal aún debe estudiar con detenimiento la resolución alemana para decidir si vuelve a intentar la entrega de Comín, Serret y Puig, opción que a día de hoy no parece probable, o al menos cómo evita algo semejante con los otros huidos.