San Isidro, cuenta atrás para la era del PP en Madrid

La cuenta atrás para las esperanzas  de un cambio político en la Comunidad de Madridcambio político  que ponga fin a la era del PP se empezó a correr este martes, en la fiesta de San Isidro, a falta de un año para unas las elecciones. Tras casi un cuarto de siglo de gobierno los populares, desde que el popular Alberto Ruiz-Gallardón conquistó la plaza al socialista Joaquín Leguina en 1995 como preludio a la caída de Felipe González al año siguiente,  todos los indicadores apuntan a que el partido conservador pederá su feudo más simbólico. 

El auge conquistado por Ciudadanos y las expectativas que las encuestas (Metroscopia) otorgan al recién proclamado candidato de Podemos, Íñigo Errejón,  abren la rendija a un relevo en el poder madrileño. La palma mayor de los aspirantes a esa renovación estuvieron este martes en la fiesta del patrón madriñeño, vestidos de chulapía y embarcando en una campaña electoral que va a durar un año y que determinará si el cambio tiene acento liberal o progresista.

El primer asalto, de los muchos  que habrá, tendrá lugar de jueves a viernes en el pleno de investidura de la Asamblea de Madrid y se saldará con una victoria pírrica del PP: Ángel Garrido será proclamado presidente autonómico en sustitución de Cristina Cifuentes. Todos saben que no será el candidato del PP para el 2019 y ven el tránsito a las elecciones como un interregno con liderazgos en disputa.

En la pradera de San Isidro confluyeron buena parte de esos líderes que aspiran a conquistar el gobierno regional. El portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado, con la tradicional parpusa (gorra de chulapo), apareció espoleado por las encuestas que auguran que su partido será primera fuerza y, aún no teniendo la mayoría absoluta, tendrá la llave de la gobernabilidad. Está por ver si los naranjas le confirman. Su nombre ha ganado peso durante la crisis Cifuentes pero la política de fichaje estrella de Cs podría relevarlo. En San Isidro, sin embargo, el propio Albert Rivera le flanqueó en la pradera. 

Respaldo un año después

Pletórico, también, Errejón. No tanto por arrasar en las primarias que le confirmaron como candidato con el 98% de los votos como por la posición en la que queda su equipo. Prácticamente todo su equipo sube posiciones o se mantiene en las votaciones. Los afines a Pablo Iglesias pierden en su mayoría puestos en la lista, y de hecho, las figuras clave del oficialismo (como Ramón Espinar, secretario general en Madrid) no pisaron la pradera de San Isidro. Errejón apareció con su número dos, Clara Serra, y su tres, Tania Sánchez, felices con un resultado que inocula ánimos a las filas del estratega, en horas bajas tras que el escándalo de Carolina Bescansa pusiera en jaque la candidatura por la que venían peleando un año, tras perder Vistalegre 2. 

Lo cierto es que los ánimos habían decaído en la familia errejonista por múltiples factores. La sensación de que el pablismo iba a dominar la lista, el rechazo de los anticapitalistas a sumarse a la candidatura y la caída sostenida de Podemos ha afectado a la moral de los afines a Errejón. Ahora, sin embargo, las encuestas (Metroscopia) que sitúan a los morados como segunda fuerza política y el ascenso de los candidatos errejonistas en las primarias insuflan ánimo. Está por ver cómo encajan las confluencias. Errejón es optimista y espera un acuerdo con IU antes del verano.

Negociaciones IU y anticapis

Lorena Ruiz Huerta, del sector anticapitalista y que también negocia con IU en paralelo para repetir las primarias, cruzó mensajes con Errejón tras los resultados del lunes y tienen previsto reunirse en cuanto la agenda lo permita. Esta semana va a ser difícil: el pleno de la Asamblea de Madrid que confirmará a Garrido (mediante el aval de Cs) como nuevo presidente ocupará jueves y viernes. El popular también visitó las fiestas y señaló que su gobierno no será de trámite, como la oposición pretende. 

Al candidato socialista, Ángel Gabilondo, no se le vio en la pradera con los chulapos pero asistió a la condecoración de las medallas de oro del Ayuntamiento de Madrid que impuso la alcaldesa, Manuela Carmena, que no quiso añadir una coma a su posible repetición como candidata en el 2019.