Campaña de desinformación

La inteligencia alemana afirma que Rusia apoyó al independentismo catalán

Ve "razonable" que Moscú se prestara a una campaña de desinformación en los días previos al referéndum

Manifestación independentista en Bruselas, en diciembre del 2017.

Manifestación independentista en Bruselas, en diciembre del 2017. / periodico

Efe

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El fantasma de la injerencia rusa vuelve a planar sobre Catalunya. La inteligencia interior alemana (la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, BfV) ha dejado entrever este lunes un posible apoyo del gobierno ruso al separatismo catalán mediante una campaña de desinformación en los días previos al referéndum del 1 de octubre. Según ha apuntado el presidente de este organismo, Hans-Georg Maassen, sería "muy plausible" y "razonable" que Moscú hubiese apoyado al movimiento independentista, aunque no con dinero. Sin embargo también ha apuntado que la agencia no ha obtenido esa información de primera mano. 

Maassen ha hecho este comentario durante su discurso en un simposio organizado en Berlín por su organización para abordar la cuestión de las "amenazas híbridas" y en la que aseguró que para ciertos países es "interesante" una Unión Europea (UE) "dividida" y "débil" que no pueda ejercer plenamente su "papel de actor global".

"Para otros estados es atractivo emplear ahora y siempre las amenazas híbridas con el objetivo de dañar los intereses europeos. Es ventajoso. Sería ingenuo pensar que estos estados vayan a renunciar a ellas", razonó Maassen en su discurso.

Especialmente crítico con Moscú en este simposio fue el director general de la inteligencia interna británica (MI5), Andrew Parker, que aseguró que Rusia es un "estado hostil" y el "principal protagonista" en el empleo de "amenazas híbridas", en las que incluyó desde ciberataques al envenenamiento de un doble espía británico en las ciudad inglesa de Salisbury.

El Gobierno ruso, aseguró, ha cometido "rupturas flagrantes de las reglas internacionales" con "acciones agresivas y perniciosas de su Ejército y sus servicios secretos" que van desde la anexión ilegal de la península ucraniana de Crimea a los intentos de influir en las elecciones en EEUU y Francia.

Qué es una "amenaza híbrida"

Maassen definió las "amenazas híbridas" como el intento de un Estado de influir sobre otro mediante una combinación de métodos, desde ciberataques a campañas de desinformación pasando por sabotajes, que suponen un "peligro existencial para nuestras democracias".

Estas actividades son atractivas por su efectividad y repercusión, son "atractivas y lucrativas", y además son complejas y es difícil de trazar su origen.

Además, advirtió de las "guerrillas híbridas" que llevan a cabo estas operaciones, grupos heterogéneos conformados por espías, grupos fanatizados con apoyos externos, criminales y piratas informáticos.

Pese a que muchas de estas acciones no son novedosas, Maassen argumentó que las amenazas híbridas actuales son "cualitativa y cuantitativamente" distintas a las del pasado por la gran interconexión que ha traído internet y por cierta ingenuidad multilateralista surgida a raíz del fin de la Guerra Fría.

El comisario europeo de Seguridad, Julian King, aseguró que las campañas de desinformación en las redes son una "nueva forma de armas de destrucción masiva" y abogó por reforzar la cooperación en el marco de la UE.

Maassen indicó que la prevención "empieza con la concienciación" sobre esta amenaza, abogó por sensibilizar a la opinión pública y presentar mensajes contrarios.

Asimismo, destacó el "papel extraordinario" de los medios de comunicación, pues la ciudadanía precisa "información fiable", y animó a un consumo "crítico y consciente" de las noticias por parte de los ciudadanos.