CAUSA POR REBELIÓN

El Supremo establece dos velocidades para juzgar el 'procés'

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. / periodico

Ángeles Vázquez

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El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena no quiere que ninguna decisión que no dependa de él pueda retrasar el inicio del juicio contra los líderes del 'procés' que se encuentran a disposición de la justicia española y más teniendo en cuenta que nueve de ellos están presos. Para ello ha abierto una pieza separada relativa a los que prefirieron huir de España y se encuentran pendientes de que Alemania, Bélgica, Suiza o Escocia decidan sobre su entrega, lo que permitirá que el procedimiento contra el resto siga adelante sin contratiempos, informaron a este diario fuentes jurídicas.

De esta forma, el alto tribunal impone dos velocidades al enjuiciamiento de los 23 procesados por rebelión, malversación o desobediencia por su respectiva contribución a la declaración unilateral de independencia de Catalunya fuera de las vías constitucionales. La pieza principal continuará adelante con los que se encuentran a disposición de la justicia española, encabezados por el líder de la ERC, Oriol Junqueras, y el número dos de las listas de Junts per Catalunya, Jordi Sànchez, ambos en prisión por orden del juez Llarena. 

En una pieza separada se continuará la instrucción contra el máximo responsable del proceso independentista, el expresidente Carles Puigdemont, la número dos de la ERC Marta Rovira y los exconsellers Toni Comin, Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Anna Gabriel, aunque a esta última no se le reclama al haber sido únicamente acusada por desobediencia que no lleva aparejada penas de cárcel. La entrega de los demás está pendiente de lo que decidan los tribunales de Alemania, Suiza, Bélgica y Escocia respecto a la reclamación española. 

Antes del 26

En el caso de Puigdemont, la Audiencia de Schlewsig-Holstein tiene que pronunciarse sobre su entrega antes del próximo día 26, pero después aún será posible presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional alemán, lo que puede demorar la decisión definitiva. Además, en el caso de que no sea concedida por los delitos de rebelión y malversación, el magistrado Llarena tiene previsto plantear una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las euroórdenes, lo que dejará en suspenso el procedimiento respecto de él, por lo que es imposible determinar los tiempos en que podría ser efectiva.

Esa circunstancia, teniendo en cuenta de que en el procedimiento hay nueve presos, es lo que ha llevado a abrir una pieza separada, para que la entrega de ellos no retrase el inicio del juicio que el Tribunal Supremo quiere celebrar el próximo otoño. Con el fin de no retrasarse en ese objetivo el alto tribunal previsiblemente habilitará el próximo mes de agosto para permitir la presentación de escritos de defensa y así llegar a tiempo al plazo fijado. No obstante, si las entregas de los huidos llegaran a tiempo siempre se podrían incorporar al juicio.