Rajoy: "Desaparece ETA pero no el daño causado"

Mariano Rajoy ofreció este viernes en la Moncloa una declaración institucional para analizar la desaparición de ETA y la inició con un recuerdo a las 853 víctimas que asesinó la banda. "Desaparece ETA, pero no el daño que ha causado ni el dolor que tantas veces ha sembrado", sentenció. 

El presidente del Gobierno reiteró su mensaje del jueves, cuando la organización anunció su disolución: no habrá "impunidad" con los etarras porque sus crímenes se "seguirán investigando", los delitos continuarán siendo "juzgados" y los etarras cumplirán sus condenas. El Gobierno se siente presionado por Ciudadanos, que estos días está sembrando dudas sobre la posibilidad de que Rajoy ceda ante el PNV, que reclama el fin de la dispersión. El jefe del Ejecutivo, públicamente, y sus asesores, en privado, insisten en que es mentira y en que no cederán pese a la presión de los nacionalistas vascos, pese a que el PP los necesita para sacar adelante los Presupuestos. 

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Para Rajoy, "ETA es el fracaso de la violencia frente a la grandeza de la democracia". "No consiguieron ningún rédito por matar ni tampoco por dejar de hacerlo y no van a obtener tampoco nada por anunciar su disolución", insistió. 

El jefe del Ejecutivo anunció que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, convocará una reunión del pacto antiterrorista para analizar esta nueva situación y avanzar en la "unidad de los demócratas". 

Recuerdo a los anteriores presidentes

En su discurso, el líder del PP también recordó el trabajo que realizaron para acabar con ETA los anteriores presidentes y ministros del Interior. Rajoy se rectificó indirectamente a sí mismo y quiso olvidar la campaña que lideró como jefe de la oposición contra José Luis Rodríguez Zapatero.

En el 2005, el entonces presidente socialista trató de negociar con la banda y el hoy jefe del Ejecutivo le acusó de "traicionar a los muertos". Esas duras palabras del dirigente conservador llegaban seis años después del mayor acercamiento de presos (105) aprobado por un Gobierno, el de José María Aznar, del PP, en 1999, cuando el propio Rajoy estaba en el Ejecutivo como ministro de Educación.

Los que "pretenden romper" la convivencia

El presidente acabó el discurso con unas palabras que algunos entendieron en clave catalana. "Es un día para mirarnos con satisfacción como país (...) Y para sentirnos miembros activos de una sociedad que sabe hacer frente a quienes, de una u otra manera, pretenden romper nuestra convivencia en paz", afirmó.

También comentó la disolución de la banda el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. En Londres, donde se reunió con el 'expremier' Gordon Brown, Sánchez defendió que la principal tarea ahora tiene que ver con el relato que queda de lo ocurrido en estos casi 60 años. Por eso remarcó la necesidad de que no haya "ninguna lucha entre demócratas" sobre la gestión del fin de ETA. En este sentido, otro expresidente socialista, Felipe González, incidió en que "ningún demócrata de buena fe" puede hacerle el juego a ETA "en una pelea tramposa" de lo que fueron los terroristas.

También Zapatero recordó aquellos años. En especial, octubre del 2011, cuando la organización anunció que abandonaba las armas. "Quise escucharlo solo, quise hacer la primera reflexión solo y debo decir que es de las pocas veces, porque soy bastante contenido, que se me escaparon las lágrimas", declaró a 'El Plural'.