Puigdemont encarrilará el sábado la formación de un Govern efectivo

La investidura de un ‘president’ y la formación de un Govern efectivo empieza a encarrilarse. Con todas las salvaguardas que todo lo que se relaciona con el ‘procés’ merece, Carles Puigdemont parece haber finalizado ese periodo de tiempo para la reflexión consigo mismo que pidió al que todavía es su partido, el PDECat, con la decisión tomada de abordar la investidura del plan d. Tras marear la perdiz con intentos que tenían un evidente fin propagandístico de denunciar la restricción de movimientos que padece la mayoría independentista ha llegado ya el momento de ungir a un 'president'. O presidenta, porque la diputada Elsa Artadi encabeza las apuestas.

Todas las migas de pan conducen a esa conclusión, aunque las fuentes oficiales de los implicados, por ejemplo, el propio PDECat y ERC, afirmen que o bien “oficialmente no se sabe nada” o que “hasta que no sea una realidad no nos lo creeremos”. Otras voces afirman que ahora “parece” que se va en serio. Aunque la certeza absoluta solo la tiene el propio Puigdemont.

Fin del plazo

Tras los intentos fallidos de investir al ‘expresident’, a Jordi Sànchez y a Jordi Turull y el amago de preparar el terreno para una elección a distancia, mediante la reforma de la ley de presidencia, la cercanía de la fecha en que vence el plazo para abortar la legislatura (22 de mayo) y un análisis de los riesgos que entrañaría un retorno a las urnas han colocado el vagón del Govern sobre los raíles.

¿Y cuáles son esas miguitas que delatan las intenciones de Puigdemont? Por ejemplo, la convocatoria de una reunión de Junts per Catalunya el sábado en Berlín, con su líder, para abordar la cuestión. El abanico de opciones es amplio, pero podría pasar por una renuncia temporal a ser investido, a cambio de que quien ocupe el Palau de la Generalitat sea de su máxima confianza, entienda su cargo como finito en el tiempo y no pretenda hacer sombra al 'president' en el 'exilio'.

De la ristra de nombres de JxCat que cumplen ese perfil y que han sonado en estos meses, Eduard Pujol, Marta Madrenas, Quim Torra, Marc Solsona, Ferran Mascarell y Francesc Dalmases, fuentes conocedoras de los entresijos negociadores señalan que desde el primer momento el plan d ha sido, siempre, Artadi.

Jordi Sànchez y Pere Aragonès aportan sendas miguitas más. Ambos, este miércoles, han ponderado y alabado la figura y perfil de Artadi. “Sànchez solo ha respondido a una interpelación directa sobre ella. Él no ha puesto el nombre sobre la mesa”, apunta una voz de JxCat. Y es cierto. “Artadi es una mujer ampliamente capacitada y le auguro un largo recorrido político”, es lo que ha señalado desde el Centro Penitenciario Madrid V el exlíder de la ANC.

Aragonès, adjunto a la presidencia de ERC y 'hombre fuerte' del partido en Barcelona, en tanto que Oriol Junqueras, en el Centro Penitenciario Madrid VII, y Marta Rovira, en Suiza, se hallan a centenares de kilómetros, fue tajante cuando en Catalunya Ràdio se le puso el nombre de la jefa de campaña de JxCat: “Si la propuesta es Elsa Artadi, para nosotros no habrá ningún problema". Y es que los republicanos, tras algunos escarceos por recordar la mayor legitimidad del exvicepresidente por reclamar el 'trono' frente a otros pretendientes (como Jordi Sànchez), si Puigdemont no podía acceder a él, guardan una lealtad absoluta a la lista que les ganó contra pronóstico en las elecciones. Una relación que se resume en un ‘votaremos el candidato que Puigdemont designe’.

Vicepresidencia republicana

Parte de esa lealtad se debe al pacto cerrado con los convergentes sobre el futuro Govern, que será paritario entre posconvergentes y republicanos. En virtud de ese acuerdo, la vicepresidencia recaerá en ERC y, precisamente, en Aragonès. Porque esa es otra de las miguitas. En las últimas horas han aumentado las llamadas de futuros altos cargos de ambos partidos que están ya componiendo sus equipos.

A todo esto, este jueves seguramente se aprobará la reforma de la ley de la presidencia, pese al dictamen contrario de los letrados del Consell de Garanties Estatutàries. Siendo este consultivo, no se cruza ninguna línea roja judicial y deja en barbecho una posible investidura a Puigdemont. Cuando se den las condiciones.