EL NAUFRAGIO DEL CAMBIO EN ALICANTE

Una tránsfuga expulsada de Podemos permite recuperar al PP la alcaldía de Alicante

Nacho Herrero

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El voto en blanco de una concejala tránsfuga expulsada de Podemos ha permitido este jueves que el Partido Popular recupere la alcaldía de Alicante y ha supuesto el golpe definitivo al gobierno del cambio que se puso en marcha hace tres años con un tripartito formado por el PSPV, Compromís y Guanyar Alacant, una confluencia que incluía a Esquerra Unida y también a Podemos.

Luis Barcala, portavoz de los populares en estos primeros tres años de la legislatura, será a partir de ahora el alcalde y sucederá así al socialista Gabriel Echávarri, que dimitió hace unas semanas tras haberse convertido su doble imputación en un doble procesamiento.

Desde entonces, el PSPV había negociado para que sus antiguos socios de gobierno (que se salieron del mismo por las imputaciones de Echávarri) el apoyo para Eva Montesinos, mano derecha del exalcalde y lograron convencerlos. Pero no ha pasado lo mismo con Nerea Belmonte, una concejala expulsada de Podemos y de Guanyar a principio de la legislatura por haber dado contratos menores desde el consistorio a compañeros de partido, que perdió su sueldo y desde entonces estaba en el grupo de no adscritos junto a otro concejal expulsado de Ciudadanos, que este jueves ha realizado un voto nulo al votarse a sí mismo en boli.

Belmonte ha confirmado a la salida del pleno que el hecho de que sus ex compañeros de Guanyar no aceptarán restituirle el salario ha sido decisivo para su voto en blanco. "Hay que pedir explicaciones al señor Pavón (portavoz de Guanyar) que, aún sabiendo que era mi derecho que se restituyera mi honor y mis derechos tanto políticos como económicos, no ha querido dar su brazo a torcer, no ha respetado mi dignidad y mi honor y (ha permitido) que se produjese esta situación", ha señalado.

"Mirar al futuro"

Al no haber conseguido los partidos progresistas la mayoría absoluta necesaria, la vara de mando recayó en el popular Luis Barcala, portavoz de su grupo en esta legislatura y cuarto en la lista del PP en las últimas elecciones municipales.  Tras jurar el cargo por su "conciencia y honor" y recibir la medalla de oro de la ciudad, Barcala ha manifestado: "No importa cómo hemos llegado hasta aquí ni el porqué, solo importa el para qué, mirar al futuro". El nuevo alcalde ha ofrecido a Ciudadanos, cuyos miembros votaron a su propia candidatura, sumarse al gobierno municipal. "Es el momento de pasar de las palabras a los hechos", ha añadido.

En los discursos previos a la votación, Montesinos ha advertido a los 15 concejales progresistas que la ciudad no perdonaría que el PP ocupase una alcaldía ganada en los juzgados y ha asegurado ser consciente de los errores cometidos por su partido y sus antiguos y nuevos socios. "No me cuesta pedir perdón por los errores que nos han llevado a esta situación pero no apoyar mi candidatura es apoyar al PP", ha señalado en lo que parecía un mensaje a Belmonte, que ha hecho caso omiso al llamamiento y con su voto en blanco ha impedido que se convirtiera en la nueva alcaldesa.