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La CUP ve un "golpe de Estado" y reprocha que "la oferta sea exilio y prisión"

Los anticapitalistas acusan al juez del Supremo Pablo Llarena de "prevaricar"

Reunión de la CUP

Reunión de la CUP / gf

Júlia Regué

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Para los anticapitalistas las últimas maniobras judiciales son una respuesta "drástica y perversa". "Nos imponen por vías judiciales y extrajudiciales lo que son incapaces de ganar en las urnas. Y esto se llama golpe de Estado", ha espetado la diputada de la CUP Natàlia Sànchez ante la mirada de todos los diputados reunidos este sábado en el hemiciclo catalán. Por ello, ha pedido firmeza ante la "situación de excepción que se vive en el país" y ha lamentado que "la oferta del Estado sea exilio y prisión". "Se tiene que ser muy inútil para creer que así se puede solucionar algo", ha aseverado.

Y dos dardos. Uno a Miquel Iceta y otro a Inés Arrimadas. Al primero le ha reprochado no haber liderado el 'no' en el referéndum del 1-O, "si quería escuchar la voz de todos", y, a la segunda, le ha apuntado que el Parlament "defiende el derecho de todos los diputados", después de que la líder naranja haya rechistado por las proclamaciones del presidente de la Cámara catalana, Roger Torrent. Implícitamente, esta vez sin mencionarles, les ha señalado sus "responsabilidades por justificar el sufrimiento ajeno": "Cómprense un espejo y verán el rostro de todas las indecencias posibles".

La diputada 'cupaire' ha acusado al juez de Tribunal Supremo, Pablo Llarena, que dictó este viernes el auto de procesamiento contra los líderes independentistas, de "prevaricar". Ha llegado a afirmar que "se cree Dios cuando habla con otro inquisidor, Manuel Marchena, (magistrado del mismo tribunal) diciendo que son el muro de contención del independentismo". Como contrapartida, les ha advertido que "confunden el nacionalismo español con los principios democráticos".

Para Sànchez, "el único delito cometido [por los dirigentes independentistas] es proteger los derechos de todos". Así, ha animado a responder con "máxima generosidad, a la máxima represión", y ha anunciado que "continuarán hablando con todas las fuerzas democráticas para crear un amplio frente ante la represión de la España de Felipe VI" tanto en las instituciones como en la calle. Eso sí, en el pleno celebrado el pasado jueves avisaron de que rompían alianzas con JxCat y ERC y que pasaban "a la oposición".

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