COMISIÓN DE LA CAJA B

Cifuentes se presenta ante el Congreso como una víctima de Granados

Cristina Cifuentes

Cristina Cifuentes / periodico

Patricia Martín

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Cristina Cifuentes salió este jueves viva de la comisión de investigación del Congreso sobre la presunta caja b del PP. Pese a que la oposición trató de atornillarla, dado que ha estado desde 2004 en la dirección regional que ha sido relacionada con los casos ‘Gurtel’, ‘Púnica’ y ‘Lezo’, la presidenta de la Comunidad de Madrid se zafó con el argumento de que ella “jamás” ha tenido que ver con la “gestión” del partido ni de sus campañas, hasta que fue nombrada líder regional. Además, arropada por miembros de la cúpula conservadora y una treintena de diputados, aprovechó el trance para hacer un mitin en torno a su lema de “tolerancia 0” contra la corrupción, poniendo como ejemplo el código ético que implantó cuando sucedió a Esperanza Aguirre y que el Gobierno regional se ha personado como acusación en varios casos en investigación.

Cifuentes comenzó y terminó su paso por el Congreso presentándose como una víctima de la “venganza” de Francisco Granados, acusando de paso a la oposición de servir de “altavoz” y “bailar al son” del exsecretario general del PP, pese a que es un “presunto delincuente” con un futuro judicial negro y que a su juicio ha puesto el <strong>ventilador</strong> contra ella, Aguirre e Ignacio González para “diluir sus responsabilidades”. Granados señaló en febrero ante el juez de la ‘Púnica’ que Cifuentes estaba en el “núcleo de control” que diseñó campañas presuntamente fraudulentas de Aguirre debido a su supuesta relación sentimental con González. “Unas declaraciones tremendamente machistas”, se quejó, para a continuación espetar a los diputados: “¿Qué estamos, con las víctimas o los verdugos?”.

El portavoz del PSOE Artemi Rallo lamentó “frustrar el discurso victimista” al recordar que su grupo solicitó la comparecencia el año pasado, antes de que Granados disparara ante el juez. De hecho, el diputado no le preguntó por las acusaciones del exsecretario general y sí por su papel en Fundescam, fundación investigada por la justicia, o por los informes de la <strong>UCO</strong> que ponen en duda su papel en una adjudicación en sus tiempos de vicepresidenta de la Asamblea de Madrid. Cifuentes respondió que no “intervino en ninguna decisión económica” de Fundescam y que los contratos en cuestión se otorgaron conforme a los criterios técnicos.

Choque con Errejón

La líder regional del PP mantuvo un choque dialéctico, con expectación mediática incluida, con Íñigo Errejón, quien previsiblemente será su competidor electoral en los comicios autonómicos. El podemista le apretó en torno al hecho de que como presidenta del comité de garantías regional no abriera expediente contra Granados o González cuando salieron a la luz las primeras irregularidades. Cifuentes endosó esta responsabilidad a la dirección nacional, ya que eran miembros de la ejecutiva presidida por Mariano Rajoy. Errejón se interesó además por los alcaldes imputados, pero Cifuentes le corrigió algún error en su listado y echó balones fueras al señalar que pese a ser la responsable de movilización territorial del partido Aguirre –con la que no mantiene la mejor de las relaciones- nunca le consultó sobre las listas.

Sus evasivas irritaron a la oposición. “Produce hilaridad que pese a que milita en el PP desde hace 40 años, diga que no se ha enterado de nada”, le reprochó Toni Cantó, de Ciudadanos. La respuesta de Cifuentes fue que va “a salir de la política con menos” de lo que entró y que se siente “muy orgullosa de su trayectoria en el PP”.