DOCUMENTACIÓN ENVIADA A LA AUDIENCIA NACIONAL

La Policía Nacional acusa a los Mossos de manipular actas del 1-O

"Pretendían alterar su verdadera actuación", dice el informe remitido a la jueza Carmen Lamela

Unidades de antidisturbios de los Mossos, ante una manifestación.

Unidades de antidisturbios de los Mossos, ante una manifestación.

Luis Rendueles / Juan José Fernández / Vanesa Lozano

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"Yo quitaría el párrafo que pone…", "no podemos comenzar diciendo que…", "no me agrada el párrafo que dice…". Los documentos incautados por la Policía Nacional en la incineradora de Sant Adrià de Besòs contienen instrucciones para reformar las actas que mossos de a pie levantaron sobre sus actuaciones antes y durante el 1-O. Se trata de "escritos anónimos que dan directrices respecto a la elaboración de minutas policiales que van dirigidas a la Fiscalía de Barcelona", cuenta la Policía a la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.

Un documento anónimo, dirigido a la comisaría de los Mossos en Montblanc, aconseja que no se confiese que los agentes fueron a un  mitin "para garantizar el normal desarrollo del acto". "Más que nada lo que la fiscalía espera de nosotros es precisamente lo contrario", apunta.  El autor del consejo se dirige también a la comisaría de Tortosa, advirtiendo: "Yo quitaría el párrafo que pone que el subinspector no iba uniformado, ya que en el lugar se celebraría presuntamente un acto de campaña a favor del 'sí'. Creo que queda muy mal, ya que da la sensación de que se quiera esconder". En otra indicación, para la comisaría de L’Hospitalet, se recuerda: "Tengamos en cuenta que esta va a la Fiscalía de Barcelona".

Los riesgos

Las cajas que iban a la incineradora de Sant Adrià contienen abundante material sobre dos de los días clave del tenso otoño del 'procés': el 20 de septiembre y el 1-O. Según la documentación, la comisaría de Información de los Mossos redactó el informe 1469/17 sobre escenarios el día de la consulta. El texto evalúa las convocatorias de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y los entonces llamados comités de defensa del referéndum, y se detiene en analizar al bando contrario, "señalando como riesgos principales que los participantes muestren simbología española (que incluso podría ser preconstitucional), que se podrían producir agresiones a las personas de ideología independentista y que se podrían producir sabotajes a los centros de votación". "Por parte de algún pequeño grupo organizado", añade, "se pueden llevar a cabo acciones tales como amenazas de bomba, noticias falsas en las redes sociales ('fakes') encaminadas a provocar el pánico entre la población independentista" o "altercados graves que alterasen el normal funcionamiento de los centros de votación".

La inteligencia de los Mossos también analizó en otro informe, este reservado, posibles actuaciones de "la izquierda revolucionaria y la extrema derecha". A la primera le atribuye acciones en los colegios electorales para "impedir el acceso a las Fuerzas de Seguridad del Estado". A la segunda, "posibles sabotajes, pintadas, enfrentamiento directo con los ciudadanos y actos de violencia indiscriminada con sus antagónicos ideológicos". Otro informe, más general, sobre escenarios del 'procés' preveía una "ocupación permanente de las calles si realmente el Estado español impide por la fuerza la celebración del referéndum".

El 27 de septiembre, la comisaría de Información elaboró otro estudio comentando las órdenes que la policía catalana había recibido de la fiscalía. En párrafo aparte y negritas, reflexiona: "En este sentido, las actuaciones [de los Mossos] podrían comportar la incomprensión y el rechazo de los favorables a la celebración del 1 de octubre".

Mensaje al coronel

Entre los documentos incautados figura un correo enviado por el comisario Ferran López al coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, encargado de la coordinación policial en Catalunya. A las 14.44 horas del 1-O, el actual jefe de los Mossos  se mostraba preocupado por cómo estaban actuando las Fuerzas de Seguridad del Estado: "Aprovecho para reiterarte nuestra preocupación por los graves incidentes que se están produciendo. Incidentes que, por otra parte, en reuniones de coordinación anteriores ya habíamos puesto sobre la mesa".

La policía concluye en su informe remitido a la jueza Lamela que los Mossos tenían un amplio "conocimiento previo de la conflictividad que se preveía para la jornada del 1-O", pese a lo cual no actuaron conforme a las órdenes de la fiscalía ni del Tribunal Superior de Justicia. Además, "ha quedado de manifiesto la manipulación de los informes o actas analizados, pretendiendo alterar la verdadera actuación de la Policía de la Generalitat".  

Algaradas de septiembre

La Brigada Provincial de Información de la Policía en Barcelona analiza también numerosos documentos sobre la jornada del 20 de septiembre, cuando efectivos de la Guardia Civil y una comisión judicial quedaron sitiadas en la sede de la Conselleria d'Economia en Barcelona. En sus conclusiones, señala la Policía que la intendente de los Mossos Teresa Laplana se negó a proteger con un cordón de seguridad la entrada al inmueble "manifestando que los concentrados se encontraban en 'actitud pacífica y no estaban generando un problema de orden público'", y que los superiores de Laplana "no autorizaron el despliegue de efectivos de orden público".

Dice la Policía que "en todos los documentos [de los Mossos] se hace constar la 'actitud reivindicativa (¿?) pero totalmente pacífica' de los concentrados, así como la existencia de muchas personas de 'avanzada edad' y 'personas vulnerables', extremos que en absoluto se corresponden con la realidad a tenor de lo que a simple vista se puede observar en los vídeos que se pueden encontrar en fuentes abiertas y que relatan los hechos ocurridos".

La masa

Entre las referencias al desarrollo de los hechos del 20 de septiembre, los policías señalan como, mientras la comisión judicial estaba encerrada, la dirigente de ERC Anna Simó dijo a los mossos que estaba "claro que la masa no permitiría que nadie saliese del edificio".

Para el control de esa masa, relata el informe policial, los mossos reconocían liderazgo a Jordi Sánchez [expresidente de la ANC] y Jordi Cuixart [presidente de Òmnium], quienes fueron invitados [por la policía catalana] a participar en todas las reuniones que los mandos del CME mantuvieron con los de la G. C.".

En opinión de la Policía, hubo una "ausencia de una clara voluntad de auxilio por parte de los mandos" de los Mossos d’Esquadra.