NUEVA LEGISLATURA

JxCat suaviza la ratificación de la DUI que exigía la CUP

La Mesa del parlament, reunida esta mañana.

La Mesa del parlament, reunida esta mañana. / periodico

Daniel G. Sastre

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El Parlament vivirá este jueves un pleno que marcará el rumbo que seguirá política catalana en los próximos meses. Los partidos independentistas mostrarán hasta qué grado quieren llevar el enfrentamiento con el Estado. Todo apunta a que, al menos de momento, no será hasta el máximo, porque tras una jornada de negociaciones la CUP ha aceptado suavizar su propuesta de reafirmar la declaración unilateral de independencia del pasado 27 de octubre.

Los negociadores de Junts per Catalunya han logrado que la situación de los diputados investigados no se vea más comprometida, si no hay cambios de última hora. Los posconvergentes y la CUP han acordadouna fórmula de consenso con la que buscan evitar repercusiones legales y, a la vez, subrayar la "deriva autoritaria del Estado español" y el aval que Carles Puigdemont recibió en las elecciones del 21 de diciembre.

La CUP ha obligado a JxCat a estudiar un texto mucho más duro de lo que el grupo de Puigdemont había previsto en un principio para subrayar la legitimidad del 'expresident'. Aprobar las enmiendas de los antisistema habría supuesto ratificar la DUI de octubre, que ha provocado el encarcelamiento, la imputación o la huida de sus principales líderes.

El pleno se pronunciará sobre cinco propuestas de resolución -presentadas por Ciutadans, JxCat, Catalunya en Comú, PSC y PP-, pero la del grupo de Puigdemont centrará la atención. La presión de la CUP estuvo a punto de cambiarlo todo, porque pretendía que el Parlament se reafirmara en "la proclamación de Catalunya como un Estado independiente en forma de República". Finalmente, los posconvergentes transaccionarán algunas de las diez enmiendas de la CUP a su texto, según fuentes del grupo. La propuesta se rematará en una reunión interna en la mañana de este jueves, pero son optimistas. "El texto está prácticamente cerrado. Se está acabando de perfilar, pero la sensación es buena y aprobaremos la propuesta de resolución", explican las mismas fuentes.

Choque en la Mesa

La sola aceptación a trámite de las enmiendas de la CUP ya ha provocado este miércoles el primer enfrentamiento. Tanto los representantes de Ciutadans como el del PSC en la Mesa se opusieron a su admisión, y el secretario general y el letrado mayor Cámara apoyaron su visión: según fuentes presentes en la reunión, advirtieron a los independentistas de que podrían contravenir resoluciones del Tribunal Constitucional. Pero Roger Torrent y el resto de miembros de ERC y JxCat de la Mesa desoyeron estos avisos.

Así que la CUP vuelve a condicionar el escenario. De hecho, JxCat y ERC, después de unas accidentadas negociaciones que aún no han concluido, habían conseguido ya pactar un armazón de legislatura. Aunque con muchos puntos ciegos -sobre todo por lo que respecta al plan de Govern-, esos partidos habían previsto que el Parlament tratara de investir la semana que viene a Jordi Sànchez, y que Puigdemont encabezara desde Bruselas un Consell de la República. Este nuevo organismo, al margen de la legislación española, estaría formado por tres miembros de JxCat, tres de ERC y uno de la CUP, además del 'expresident'.

Calendario en el aire

En un documento que la CUP ha distribuido entre sus militantes y que ha adelantado el 'Ara', JxCat y ERC prevén también crear una Asamblea de Representantes de la República, radicada en Bruselas y formada por diputados, cargos municipales y portavoces de entidades, que actuará en paralelo al Parlament. La militancia de los antisistema se pronunciará en asambleas hasta el sábado, cuando el Consell Polític de la formación tomará una decisión definitiva. La doble estructura se consagraría con un acto en Bélgica, el próximo lunes, y con la sesión de investidura en el Parlament, el martes y el miércoles de la semana que viene.

Pero todo apunta a que no será fácil que la CUP bendiga el acuerdo. Sus cuatro diputados, fundamentales para la mayoría independentista, ya han advertido de que el pacto está "lejos o muy lejos", y sus principales quejas tienen su origen precisamente en la falta de concreción en cuanto a la hoja de ruta del nuevo Govern, y también en la necesidad de que el "proceso constituyente" se desarrolle desde Catalunya y no desde Bruselas, como pretende JxCat. Los antisistema quieren evitar a toda costa que los principales partidos independentistas protagonicen un "regreso al autonomismo".