DECLARACIONES DEL EXFISCAL

El exfiscal Mena cree que Junqueras, Forn y los 'Jordis' son "presos políticos"

Asegura que la rebelión comporta planear los altercados agresivos

José María Mena, exfiscal superior de Catalunya.

José María Mena, exfiscal superior de Catalunya. / periodico

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El exfiscal jefe de Catalunya José María Mena ha valorado este lunes, en una entrevista para TV-3, el argumento del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena para mantener en prisión a los líderes independentistas que se encuentran encarcelados y ha negado que se produjera la violencia que se les atribuye: "En vista de lo que dice la Guardia Civil, yo no veo que exista el concepto de violencia determinante de un delito de rebelión" y explica que los sucesos que se produjeron como la rotura de cristales o el destrozo de coches de los cuerpos de seguridad del Estado, no pueden ser considerados como violencia y atribuirla a los organizadores de las manifestaciones. El exfiscal ha subrayado que en todas las manifestaciones a lo largo de la historia ha habido un reducido grupo de personas que rompían el pacifismo, pero no por ello se señalaba a los promotores de las marchas como responsables, y ha expuesto que para considerar el delito de rebelión es necesario que los organizadores hayan previsto y calculado voluntariamente que se genere violencia.

Mena, que estuvo al frente del caso Banca Catalana, en el que se encontraba implicado el 'expresident' Jordi Pujol,  ha explicado que Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart "son presos políticos" mientras permanezcan en prisión preventiva porque su acción ha sido política, algo que no debe considerarse peyorativo ni un desdoro para el sistema español, pero ha confesado que los líderes políticos no son culpables de los ataques violentos que se les atribuyen: "¿Qué han hecho esas personas aparte de tener un comportamiento puramente político?", ha planteado.

Es por ello que Mena considera que el atestado de la Guardia Civil "se construye a partir y en apoyo de la posición inicial de la querella de la fiscalía", y que esta querella se basó en defender que hubo un levantamiento violento. Ha criticado "una sorprendente coherencia y similitud de planteamiento" en el atestado del instituto armado, la querella de la fiscalía y el argumento de Llarena, en los que ha subrayado que se dedican pocas líneas a abordar la violencia y, en cambio, una gran extensión a hablar del independentismo: "Y es sorprendente, porque la voluntad independentista es perfectamente legal" en el sistema español, ha afirmado, por lo que rechaza que se pueda perseguir al independentismo mientras no persiga su objetivo con violencia: "Es preocupante la falta de tolerancia con la disidencia política del independentismo", ha lamentado Mena.

Coincidencias "Sospechosas"

Preguntado por posibles injerencias del Gobierno en el trabajo de la fiscalía, ha defendido que, pese a que el fiscal general del Estado es propuesto por el Ejecutivo, debe ser independiente, aunque ha reconocido que se producen coincidencias y es entendible que para los ciudadanos puedan parecerle sospechosas: "Cuando el inefable ministro de Justicia sale explicando cuál será la acción de los tribunales después, anticipándolo, es razonable que la gente se piense que no está como adivino sino como precursor" de la decisión del juez.