LA LACRA DE LA CORRUPCIÓN

El juez del 3% deja el caso a la Audiencia Nacional

El magistrado de El Vendrell se inhibe ante la petición de la fiscalía por el daño a la economía española

Fachada de los juzgados de El Vendrell

Fachada de los juzgados de El Vendrell / JOAN REVILLAS

J. G. Albalat

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El juez de El Vendrell (Tarragona) que investiga el caso del 3% se ha inhibido en favor de la Audiencia Nacional, al considerar que esta supuesta trama para financiar a Convergència Democràtica (CDC) con mordidas a cambio de amañar concursos públicos perjudica de forma "grave" la economía española.

Así lo ha acordado el titular del juzgado de instrucción número 1 de El Vendrell, Josep Bosch, en un auto notificado después de que la Fiscalía Anticorrupción le haya pedido que se inhiba a favor de la Audiencia Nacional dada la "grave repercusión" que tuvo para la economía española la trama del 3 %, por la "sobresaliente cantidad de millones de euros objeto de concursos amañados".

En el procedimiento, que se abrió en 2013 a raíz de unas supuestas irregularidades detectadas al entonces alcalde de Torredembarra Daniel Massagué (CDC), están imputados entre otros los extesoreros de CDC Daniel Osàcar -condenado a cuatro años y cinco meses de cárcel por el caso Palau- y Andreu Viloca, que según el juez jugó un papel "esencial" en la trama, así como el exconseller de Justicia y exdiputado Germà Gordó.

Según el juez, el "grave perjuicio para la economía nacional" de la trama del 3 % lo provocaría la "aparente generalización de la manipulación de los concursos públicos" licitados por entes públicos controlados por CDC, donde "únicamente resultarían adjudicatarias de obras y proyectos las empresas que efectuaran donaciones a las funciones de Convergència".

En su auto de inhibición, que se puede recurrir, el juez remarca que el supuesto amaño en estos concursos públicos supondría "un grave perjuicio para la economía nacional dado que este tipo de prácticas desalentaría la presentación de ofertas, con las consecuencias que ello implicaría".

En un informe entregado el pasado 24 de enero al juez, la Guardia Civil cifra en 1.040.800 euros las comisiones de empresas que CDC recibió presuntamente entre los años 2008 y 2013, encubiertas como donaciones a sus fundaciones afines Catdem, Forum Barcelona y Òmnium, a cambio de adjudicaciones públicas.

A la vista de este informe, el fiscal anticorrupción José Grinda pidió al juez de El Vendrell que se inhibiera a favor de la Audiencia Nacional, ante la "grave repercusión" que tuvo para la economía española la trama del 3 %, dada la "sobresaliente cantidad de millones de euros objeto de concursos amañados".

Al igual que el fiscal, el juez argumenta, entre otros motivos para inhibirse en favor de la Audiencia Nacional, que el procedimiento tiene una especial "complejidad", tanto por el número de investigados como por las comisiones rogatorias libradas y la necesidad de practicar periciales de naturaleza económica, y que los concursos públicos bajo sospecha se extienden en las provincias de Girona, Barcelona y Tarragona.

Otro criterio que alega el juez para inhibirse es la "probable comisión en el extranjero" de delitos por parte de algunos de los empresarios investigados, a los que se han encontrado cuentas en Andorra, Suiza, Panamá e Islas Vírgenes e inversiones en Perú.

En la causa, por la que la Guardia Civil registró el despacho de Viloca en la sede de CDC, se investigan los delitos de prevaricación, cohecho, alteración de precios de concursos públicos, malversación de caudales públicos, fraude, blanqueo de capitales y financiación ilegal de partidos políticos.

El juez detalla en su auto que en la causa se investiga una "posible trama de financiación de Convergència Democràtica" por medio de "donaciones" de constructoras que resultarían adjudicatarias de obras y proyectos por entes bajo su control político, en la que resulta "esencial" el papel de Viloca, que llevaba un "control exhaustivo" de las licitaciones y adjudicaciones y gestionaba el pago de las mordidas a las fundaciones vinculadas al partido.

Entre las adjudicaciones bajo sospecha, el juez sitúa algunas efectuadas por administraciones controladas por CDC, como los ayuntamientos de Torredembarra (Tarragona), Figueres, Lloret de Mar y Olot (Girona), y Sant Celoni y Sant Cugat del Vallès (Barcelona), así como Infraestructures de la Generalitat (GISA), la Autoridad Portuaria de Barcelona y el Consorcio de la Educación de Barcelona (BIMSA).

Según el magistrado, entre las empresas que habrían efectuado las mordidas a CDC a cambio de que se manipularan los concursos públicos a su favor figuran Copisa, Rogasa, Oproler y Teyco, cuyos responsables también están imputados en la causa.