EL ÓRDAGO INDEPENDENTISTA

Puigdemont propone una reforma exprés de la ley de la presidencia para poder ser investido

Documento

Documento / periodico

Xabi Barrena / Daniel G. Sastre

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

ERC sigue con su propio guion, el que se dieron todos los republicanos en vísperas de la campaña del 21-D. Una hoja de ruta que está marcada por dos exigencias, como son la de evitar a toda costa nuevos pulsos judiciales con el Estado, ahora que es comprobable que son bastante dañinos para los intereses independentistas y la de formar un Govern “efectivo”. Más allá de eso, los republicanos están en disposición de aceptar, incluso, pulpo como animal de compañía, o lo que es lo mismo, que se revista de toda la pompa que se precise el cargo no oficial con que se quiere ungir a Puigdemont. Pero las dos exigencias son insalvables.

Ello hace que los planes de Carles Puigdemont para burlar el veto del Tribunal Constitucional a su investidura sean vistos con escepticismo por Esquerra. El último pasa por una reforma exprés de la ley de la presidencia de la Generalitat y del Govern para 'legalizar' una investidura a distancia. En concreto, la formación plantea dos posibles enmiendas para que, por mayoría absoluta (que los independentistas tienen garantizada), el pleno del Parlament pueda autorizar la celebración del debate sin la presencia de Puigdemont.

Según fuentes conocedoras de las negociaciones, Junts per Catalunya pretende llevar a cabo esta reforma por el controvertido procedimiento de lectura única, la misma vía de urgencia que empleó para sacar adelante las leyes de desconexión en el convulso pleno del 6 y 7 de septiembre pasados.

Pocas opciones de éxito

Los cálculos de los republicanos, bien poco optimistas, señalan que la ley sería suspendida por el TC tras el periodo de enmiendas. Y aún quedaría el dictamen del Consell de Garanties, que seguro que pediría la oposición , y que se prevé contrario. Esquerra fija entre dos meses y dos años el periodo en que se podría estar sin Govern, expuestos a la aplicación del 155, incluso, de una manera más restrictiva, con la educación y TV-3 en el punto de mira de Mariano Rajoy. Con todo, si ERC mantiene la pauta de conducta no se opondrá a nada mientras la suspensión del TC sea un hecho.

La tibieza republicana ante las exigencias de Puigdemont ha propiciado un nuevo acercamiento de la CUP al entorno convergente, que tanto criticaron en el pasado. Los objetivos de los anticapitalistas coinciden con los de Puigdemont en el punto de que ambas partes buscan, a diferencia de ERC y de sectores de Junts per Catalunya, una colisión permanente con el Estado. En este sentido, la CUP ha distribuido este miércoles entre su militancia un documento con la oferta concreta que les hizo el 'expresident' el pasado lunes en Bruselas.

Aunque fuentes conocedoras de las negociaciones dan por "desfasado" el texto, Puigdemont propuso a la CUP  un calendario de investidura que ahonda en ese choque con las instituciones españolas. Entre este jueves y el viernes se presentaría en el parlament una "propuesta de resolución de reconocimiento restitutivo del 'president' Puigdemont". Negociadores de JxCat han presentado hoy a ERC un texto en esa dirección. La semana que viene se votaría la reforma de la ley de la presidencia de la Generalitat, y el 18 de febrero se reuniría en Bruselas una "asamblea de electos" que "investiría" al líder de JxCat como "presidente del Consell de la República".

Flaqueza de Puigdemont

Quizás lo más significativo del documento, que reproduce 'Vilaweb', es lo que ocurriría después. Puigdemont propone que su investidura a distancia se vote también en el Parlament, el 21 o el 22 de febrero. Pero por primera vez admite la opción de que su elección no sea "posible"; en ese caso, se investiría a "otro candidato de JxCat", cuyo nombre el 'expresident' no quiso concretar.

La posibilidad de un "paso al lado" de Puigemont también se acepta ya tímidamente en el entorno más próximo al 'president' depuesto. Elsa Artadi, una de sus colaboradoras más cercanas, ha afirmado hoy en TV-3 que la próxima legislatura debería servir para "ampliar la base" del soberanismo, en vez de para proclamar la independencia de forma inmediata. Se trata de una idea que ya defendió Artur Mas justo antes de dejar el PDECat, y que casa poco con la estrategia de choque que se ha marcado Puigdemont.