"Gigante", el artículo de Rufián tras visitar a Junqueras en la prisión

"La silueta se gira y es Junqueras. 100 días después cuesta reconocerle. Conmociona"

Imagen del exterior de la prisión de Estremera.

Imagen del exterior de la prisión de Estremera. / periodico

Gabriel Rufián

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Una rotonda, 600 km detrás. "Un golpe de Estado nunca sale gratis", escrito con prisa en el asfalto. Rojo y gualdo en la señal. Rojo y gualdo en el arcén. Tres horas de tierra y nada alrededor. Alambre, garita, torre y cemento en una loma. De lejos parece un aeropuerto sin aviones. Ronny y Vievo, siempre 10-12-17. Eva, Aranchy y Víctor, Nunca Más. 6-09-2012, Karabanchel se va. Pollo y Chulato, sois mi vida. Chicho, Antonio, Ramiro, se quedan. Camaroti y Chulo, volveremos, en una pared roja. Cárcel de Estremera. La séptima cárcel de Madrid.

La última vez fue cuando dejaron salir con seis horas de retraso para que se hiciera de noche y no pareciera que había tanta gente fuera esperando a MundóRullRomeva y Turull. Vestíbulo con 20 cárteles prohibiendo móviles. Madres, padres, hermanos, novias, mujeres e hijos, haciendo cola. Sacos con mantas y ropa. DNI, foto y huella dactilar. Apática eficacia del funcionario.

Hace frío. Un frío que no acaba hasta que te vas. Mamparas opacas con gente dentro mirando cámaras sin gente. Control y escáner. Sin chaqueta, sin cinturón, sin metal, sin bolígrafo, sin papel. Funcionarios con guantes de plástico revisando bolsillos. Hileras de sillas de madera. Ahora parece un ambulatorio. Gente mirando al suelo, gente mirando al patio, gente mirando al techo. "España no se rompe"escrito en la camiseta de un chico que no nos reconoce. Una pasarela de hierro oxidado y cristal. Un patio de gravilla vallado con alambre y concertinas que brillan tanto que parecen nuevas. Si hay pájaros, no se ven. Otra sala y otra puerta. Un pasillo de cabinas delante.

Una voz por megafonía recita apellidos que asigna a cabinas. "Junqueras la 2". Una silueta con una parca de monte negra ríe y habla en la puerta con alguien. Un metro cuadrado de metal acristalado con tres sillas de plástico. Somos cuatro. Nos turnaremos para acercarnos al micro. La silueta se gira y es Junqueras. 100 días después cuesta reconocerle. Conmociona. Tras seis horas de coche convenciéndote de que el de los ánimos y la buena cara debes ser tú, en un segundo te das cuenta de que no lo serás. Más delgado, más moreno, más fuerte. Sonríe y no lo dejará de hacer en 40 minutos.

"La silueta se gira y es Junqueras. 100 días después cuesta reconocerle. Conmociona"

Gabriel Rufián

— Diputado de ERC en el Congreso

Ponemos nuestras manos en el cristal sucio. Recuerdo los abrazos que nos dimos. Política, deporte, lectura, cartas y 20 "cuidad de la familia". Su luz es tan intensa que dejas de ver la oscuridad que hay. Un gigante que no cabe en siete cárceles. 100 días sin sus hijos y ni un reproche para nada ni nadie. Historia viva.

Sabes que acaba porque dejas de oírle. Cortan. Manos en el cristal sucio. Besos y abrazos en el aire. Salimos. Antes las puertas nos giramos y cerramos el puño a la vez. Ojos rojos. Ya nada te parece tan feo.

Hace más frío dentro que fuera. Hay quien se merece tanto que se merece un país entero. Hay cosas que querría no haber escrito nunca. Que los derrotados de hoy vayan a Estremera y vuelvan como los Aquiles del mañana.