CASO GÜRTEL

Costa confiesa que el PP valenciano se financió con dinero negro y que Camps era quien decidía

Ángeles Vázquez

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El exsecretario general del PP valenciano Ricardo Costa ha arruinado este miércoles las confesiones que desde que empezó el juicio por la financiación irregular del PP valenciano habían hecho los principales acusados de la trama Gürtel. Y lo ha hecho porque las ha dejado en nada. Ante el juez central de lo Penal, José María Vázquez Honrubia, ha admitido que el PPCV se financió con dinero de subvenciones públicas -las que le correspondían por escaños y votos- y con "dinero negro", pagado en efectivo por empresarios adjudicatarios de concursos públicos, que también abonaban facturas a Orange Market por los trabajos realizados al partido.

Ha citado varios ejemplos. Algunos sensibles, como los que afectan a los actuales senadores del PP Alberto Fabra y Adela Pedrosa, cuyas campañas para la alcaldía del 2007 de Castellón y Elda, respectivamente, se pagaron por ese sistema. También ha mencionado parte de los actos que Mariano Rajoy realizó en la plaza de toros de València en el 2007 y el 2008. Según ha dicho, los complementos (fuegos artificiales, pantallas, bandas de música y un animador) que quiso incluir el entonces presidente del PP valenciano y de la Generalitat, Francisco Camps, los pagaron empresarios adjudicatarios de obra pública.

Costa ha situado al frente del sistema de financiación al propio Camps -del que ha destacado su "impulsividad", lo que le ha valido una repregunta del juez que el acusado ha zanjado con un "es que se trata de una persona un poco especial"- y al entonces presidente de las Corts Valencianes, Juan Cotino. Ha explicado que el vicepresidente del Gobierno valenciano Víctor Campos -al que no se juzga- le contó que los dos anteriores le habían encargado que se ocupara de mantener relaciones con empresarios.

Costa también ha endosado a Camps la decisión de contratar con Orange Market, circunstancia que, ha insistido, no ratificó ningún órgano del partido, como tampoco el presupuesto de los actos. "No he denunciado estas actuaciones en mis años de servicio público. Quiero manifestar mi arrepentimiento y pedir perdón a la sociedad valenciana y a mi familia, que va a sufrir consecuencias", ha asegurado. Anticorrupción pide siete años y nueve meses de cárcel para él por falsedad y tres delitos electorales.

"Eso sería Filesa 2"

Según Costa, lo que sí hizo fue contarle al entonces gerente del PP, Luis Bárcenas, cómo empresarios iban a pagar las facturas del partido. El que luego sería tesorero le contestó que eso era "una práctica prohibida en el PP" y que "sería una Filesa 2", en referencia al caso que afectó al PSOE en los 90. No consta que Bárcenas hiciera nada para impedirlo, pero tendrá la oportunidad de aclararlo cuando comparezca ante el juez como testigo. También están citados en esa condición Cotino y Camps, que ha vuelto a negar las acusaciones y ha recordado ya que fue absuelto "por el pueblo valenciano" en el 'caso de los trajes'.

El relato de Costa pasa por que en julio del 2007 le llamó el también acusado Vicente Rambla, entonces vicepresidente primero del Gobierno, y le dijo que le había llamado Álvaro Pérez, 'el Bigotes', para facturar a empresas. Un mes más tarde, Rambla le pidió que recogiera 15.000 euros de Secopsa, 150.000 de Rover Alcisa y 350.000 de Enrique Ortiz, dinero que entregó a la gerente Cristina Ibáñez y después se dio al número dos de la Gürtel, Pablo Crespo, para ir saldando la deuda del partido.

Costa, que también fue absuelto en el juicio de los trajes, ha sostenido que una vez Pérez le ofreció un reloj de oro y, cuando lo rechazó, este mostró su sorpresa porque, según le dijo, eran los únicos que no les pedían nada por trabajar para ellos. Eso no descarta los cohechos, porque luego ha declarado que 'el Bigotes' le citó en Orange Market una noche. Quería preguntarle si alguna empresa podía librar una factura para cobrar los 20.000 euros que Camps les debía por prendas de vestir. Según Costa, se negó. 

Rambla desmiente a Costa

Cuando le ha llegado el turno, Vicente Rambla se ha convertido en el primer acusado que ha dicho ignorar la financiación irregular. "Si eso hubiera dependido de mí, se habría hecho así en la vida. ¿Si yo hubiera tenido algo que ver con los pagos, hubiese salido esta chapuza de campaña?", ha preguntado. Y ha responsabilizado a Costa de las decisiones del PPCV. "Llevaba todo el peso del partido, porque Camps estaba ocupado en labores de gobierno".

Por si esa afirmación dejaba margen a Costa, ha añadido que la relación con Orange Market empezó en el 2004, cuando él y Adela Pedrosa fueron nombrados vicesecretario y secretaria general. "Costa era el embudo para tener interlocución con el partido. ¿Conoce alguna empresa en la que el que lleva el dinero en 'a' no es el mismo que lleva el 'b'?", ha argumentado.