COMPARECENCIA ANTE EL JUEZ

Forn y los Jordis se desmarcan ante el juez de la 'vía Puigdemont'

Ángeles Vázquez

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El expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y diputado electo por Junts per Catalunya Jordi Sànchez, su compañero de candidatura Joaquim Forn, y el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, optaron este jueves por desmarcarse en el Tribunal Supremo (TS) de la estrategia mantenida hasta ahora por el 'expresident' Carles Puigdemont. Los dos primeros incluso anunciaron que renunciarán a los escaños obtenidos el 21-D -el primero con esta misma expresión y el segundo, utilizando la fórmula "bajarse del tren"-, si su partido vuelve a recurrir a vías unilaterales para lograr la independencia.

Mientras el huido Puigdemont se plantea ser investido presidente desde Bruselas y volver ya con esta condición a España, Sànchez, Forn y Cuixart han declarado ante el juez Pablo Llarena que el 1-O "no tuvo valor legal". El último ha añadido que el único referéndum que se podría celebrar para declarar la independencia de Catalunya sería "el que convocara el Gobierno de España", según marca la Constitución, ya que unilateralmente es "imposible".

A preguntas de los fiscales Fidel Cadena y Jaime Moreno, Sànchez negó llamamientos violentos durante las concentraciones de los días 20 y 21 de septiembre en Barcelona ante los registros ordenados por el Juzgado de Instrucción 13, o respecto al 1-O. Al contrario, aseguró que desde la ANC se trabajó activamente por mantener el civismo en las movilizaciones.

Actos vandálicos

Coincidió con Cuixart en negar que hubiera violencia, aunque admitió actos vandálicos, como los daños sufridos en vehículos de la Guardia Civil. La distinción no es baladí, ya que la violencia es fundamental para que exista o no el delito de rebelión que se imputa. En este sentido, Sànchez pidió al juez que le dejara libre para que pudiera comprobar que no habrá reiteración delictiva alguna, argumento utilizado para mantenerles en prisión, así como al exvicepresidente Oriol Junqueras.

Sànchez admitió una hoja de ruta soberanista para reivindicar el proceso independentista, pero no destinada a celebrar un referéndum y tras él declarar la independencia unilateralmente. Los tres imputados dijeron desconocer el documento Enfocats, que la Guardia Civil considera que marcó el camino seguido hasta la declaración unilateral de independencia (DUI).

La Constitución, norma suprema

Forn recordó en el TS que él ni votó ni firmó la DUI, a la que negó valor legal, y aseguró que su actuación siempre había sido respetuosa con la Constitución, que reconoció como norma suprema del Estado. Por ello, enlazó su futuro político a que la consecución de sus objetivos independentistas, a los que no renuncia, se encaucen en vías constitucionales. Anunció que no volverá a estar al frente de una 'conselleria' y dijo confiar en que su partido, el PDECat, solo optará por esas vías para lograr la independencia. Si no fuera así, él se "bajaría del tren".

Como 'exconseller' de Interior, a Forn se le atribuye una responsabilidad mayor por haber sido responsable de los Mossos d'Esquadra. De ahí que justificara la actividad desarrollada por el cuerpo tanto durante las protestas de septiembre como el día del referéndum ilegal. Disoció el proyecto político del Govern de la obligación de los Mossos de cumplir el mandato judicial y negó haber puesto al cuerpo policial al servicio de ese proyecto, porque, además, "no se habría dejado", dijo. Respecto al 1-O, aseguró que el plan de actuación lo elaboraron policías y fue presentado a la Policía, la Guardia Civil y el coronel coordinador del dispositivo, Diego Pérez de los Cobos, que no puso objeciones.

Sin coaccionar al Estado

Cuixart insistió ante el magistrado en que él no es político y que la declaración de independencia fue "simbólica". Manifestó que nunca buscó vulnerar la ley o coaccionar al Estado, sino mostrar la opinión de la población. El presidente de Òmnium Cultural se reafirmó en sus "profundas convicciones pacifistas", aunque admitió que en las protestas de septiembre pudo haber pasado más de lo que pasó. 

Las defensas de los encausados pedirán de nuevo su puesta en libertad. Los abogados de Forn y Sànchez lo harán este jueves por la noche o a más tardar este viernes, mientras que la de Cuixart presentará su petición la próxima semana. Si finalmente el juez decide mantenerles presos, pedirán, como Junqueras Junqueras, el traslado a un centro penitenciario catalán para poder asistir a las sesiones del Parlament (en el caso de Forn y Sànchez) y estar más cerca de sus familias.

Pérez de los Cobos, Batlle y cuatro 'exconsellers', citados como testigos

El juez del Tribunal Supremo <strong>Pablo Llarena</strong> ha reactivado la investigación de la causa por rebelión con una serie de diligencias, como solicitar al Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona la agenda intervenida al que era número dos de la Conselleria d'Economia <strong>Josep Maria Jové</strong>, que resultó clave para imputar al 'expresident' <strong>Artur Mas</strong> o la dirigente de ERC <strong>Marta Rovira</strong>. Aunque aún no hay fecha para la declaración de los últimos imputados, el magistrado ha fijado entre el 30 de enero y el 1 de febrero la comparecencia de seis nuevos testigos. Se trata de<span style="font-size: 1.6rem;">l coronel de la Guardia Civil <strong>Diego Pérez de los Cobos</strong>, encargado de la coordinación policial del 1-O, y de los 'exconsellers' <strong>Jordi Jané, Neus Munté, Meritxell Ruiz </strong>y<strong> Jordi Baiget</strong>. También deberá comparecer el exdirector general de los Mossos <strong>Albert Batlle</strong>.</span>