EL NUEVO 'PRESIDENT'

Rufián: "Junqueras es el plan b"

Gabriel Rufián durante sus declaraciones a la prensa, frente a las puertas del Tribunal Supremo.

Gabriel Rufián durante sus declaraciones a la prensa, frente a las puertas del Tribunal Supremo. / periodico

Daniel G. Sastre

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Mientras Oriol Junqueras trataba de convencer a los magistrados del Tribunal Supremo de que lo dejaran en libertad, fuera de la sala los partidos soberanistas seguían con su pugna sobre cómo encarar la próxima legislatura. La principal incógnita continúa siendo quién será el próximo presidente de la Generalitat, y este viernes, un dirigente significativo de Esquerra, Gabriel Rufián, ha sido más claro que nunca: si Carles Puigdemont no vuelve, el "plan b es Junqueras".

ERC llevaba días sin salirse de su estrategia actual, que consiste en presionar a Junts per Catalunya cediéndoles la iniciativa. Es decir: los republicanos aseguran que hasta que Puigdemont no aclare si piensa volver de Bruselas, como prometió en campaña, no hablarán de alternativas. Pero Rufián no solo se sale del guion en el Congreso, sino que este viernes ha dicho a las claras lo que gran parte del partido piensa en privado.

"Lo decimos con todo el respeto: no se puede tener un presidente por Skype", ha dicho el diputado de ERC a las puertas del Supremo, donde acudió para mostrar su apoyo a Junqueras. Otros dirigentes de su partido, en cambio, prefieren no especular en público sobre las alternativas a Puigdemont, y quieren que sea JxCat quien explique por qué no cumple su promesa si es que se queda en Bruselas.

Mientras Rufián aseguraba que Junqueras es el "plan b" de Puigdemont, su compañera en el Congreso Ester Capella decía todo lo contrario. En declaraciones a RNE, ha afirmado: "Nosotros no tenemos un plan B. Puigdemont es el candidato a la presidencia de la Generalitat en estos momentos, en atención al resultado de las elecciones del 21-D".

Más tarde, Rufián ha señalado que no hay contradicciones entre los dirigentes de su partido sobre la investidura, pero ha insistido en su idea. "Son diferentes formas de decir lo mismo. Uno de los objetivos primordiales es restituir el 'statu quo' previo al 155, restituir el Govern legítimo, pero me parece de sentido común que si Puigdemont no puede volver por la represión haya un plan b", ha reiterado. 

Pero Puigdemont continúa instalado en la tesis de que el problema no lo tiene él, sino el Gobierno central. Su entorno sostiene que el resultado de las elecciones debería permitir que el 'expresident' volviera a Catalunya sin ser detenido. Los posconvergentes piden ya un "acuerdo político" con el Estado que lo permita. Sin embargo, el secretario general del PP catalán, Santi Rodríguez, ya ha rechazado que un pacto de ese estilo sea posible.

El dirigente popular ha subrayado que "el Estado no puede pactar la situación jurídica de nadie", aunque ha afirmado que "desde el punto de vista político" sí existe la posibilidad de acordar "casi cualquier cosa". Pero ha añadido que Puigdemont desestimó esa vía.

Lo que está claro es que las negociaciones, tanto en Bruselas como en Barcelonatanto en Bruselas como en Barcelona, para decidir la composición de la Mesa del Parlament y por la investidura están contribuyendo a aumentar la proverbial desconfianza entre los posconvergentes y los republicanos. Este viernes ningún dirigente de Junts per Catalunya se ha acercado al Senado para hacer compañía a sus hasta ahora socios en apoyo de Junqueras. Desde la lista de Puigdemont se han justificado estas ausencias en el hecho de que habían priorizado la concentración vespertina en Sant Vicenç dels Horts, en la que ha participado Jordi Turull.

El calendario condiciona cada día más las negociaciones entre los partidos independentistas, en las que también participa la CUP, que no descarta ahora entrar en el Govern. Con ocho diputados electos fugados o en prisión, la decisión sobre qué hacer con esas actas puede alterar las mayorías en la Cámara. JxCat ya ha registrado en el Parlament las credenciales como diputados de sus dos encarcelados, Jordi Sànchez y Joaquim Forn. Esquerra ha hecho lo mismo con Junqueras.

Sin embargo, ese paso no significa necesariamente que vayan finalmente a ocupar sus escaños. Para poder contar con la plena condición de diputados, es decir, para asistir a las sesiones plenarias, los cargos electos deben cumplir previamente con dos requisitos, además de la presentación de credenciales: entregar un papel firmado en el que prometen el Estatut y facilitar la declaración de bienes.