CATALUNYA EN COMÚ

Y la fuerza no les acompañó

Los 'comuns' encajan el resultado en un desolador y gélido campus de la Ciutadella

Ana Sánchez

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Era “el último jedi” de la campaña, el de la llave láser. “Que la fuerza me acompañe”, brindaba esta semana el candidato de Catalunya en Comú-Podem. Pero la única fuerza que se ha visto esta noche en la sede electoral ha sido la fuerza de voluntad de sus militantes.   

A las ocho media, cuando llegó Domènech al campus de la Ciutadella, apenas había una docena de personas. “Toda la masa viene ahora”, se reía Raquel con más optimismo que Arrimadas. ¿Cómo lo ven? “Naranja”, se encogía de hombros Adrià. “Pero no hay que resignarse nunca”.   

Los ‘comuns’ citaron a sus militantes en el campus de la UPF, al semi raso. Un ambiente más propio de ‘Frozen’. Quizá porque Domènech contó en campaña que es capaz de llorar con esta película. Abrigos, bufandas, miradas expectantes entre la tele y el móvil, mucha gafa de pasta y un mate, el de Fede, activista veterano. Hasta se han colado dos turistas de San Sebastián. “A ver el ambiente”, decían. El “poco ambiente”.

Empieza el escrutinio y un grupito grita “¡¡¡remontada!!!”. Con el 0,2%, los ‘comuns’ pasaban de 2 a 4 escaños. “Que el buen humor no lo perdamos nunca".

"El partido de los cerrajeros"

No se ve ni una llave a la vista. “Yo me he traído la cerradura entera –dice Enric-. Somos el partido de los cerrajeros”. Es la pregunta recurrente. Hace semanas que se habla de “la llave de los comuns”. Aunque nadie especificaba si es una llave Allen, una inglesa, o de esas del Ikea que te permiten montártelo tú solo. Domènech enseñaba en los mítines una dorada. Seguirá en su bolsillo por mucho que se tuerzan las cosas: es la llave de su casa.

“¡¡Remontada!!”. Van por 7 escaños. Son las nueve. Hay casi más prensa que militantes. Ambiente comedido. No se moverían ni con un Icetaton complex. En la barra sirven mojitos ¿en bolsa de plástico? Muy común no parece. Bolsa, pétalo de rosa y pipeta, para beber al ritmo que los ‘comuns’ suben escaños. Alejandro sorbe un cóctel naranja. No parece un color apropiado. “Yo siempre me pego a los que ganan”, se ríe. “No me pego -rectifica-, me arrimo”. Arrimadas va por 34 escaños.  

Termina el recuento. Se ven miradas de la niña de ‘Stranger things’. “No son buenos resultados”, reconoce Laura. “Pero peor es que gane la derecha”.