CAMPAÑA ELECTORAL

Rajoy receta legalidad para la reconciliación

El presidente del Gobierno llama a dejar atrás los "agravios" del independentismo

Mariano Rajoy, junto a Xavier García Albiol, este lunes.

Mariano Rajoy, junto a Xavier García Albiol, este lunes. / periodico

Júlia Regué

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A las puertas del cierre de la campaña electoralMariano Rajoy elevó el tono contra el independentismo, a quien acusó de "escudriñar la historia y buscar agravios", para levantar el ánimo de los populares y intentar evitar la última posición de los suyos en el hemiciclo catalán.

En un discurso contundente ante representantes de la Federación de Casas Regionales reunidos en el Hotel Anglí de Barcelona, prefirió no centrarse en su habitual balance del Govern cesado, sino dibujar un futuro para Catalunya en clave propositiva. Llamó a "rebajar tensiones", mediante el "respeto de los derechos de todos", al tiempo que censuró la "imposición de la uniformidad" en una tierra "tan plural".

El presidente del Gobierno insistió en que su fórmula de reconciliación pasa por el "cumplimiento de la ley", ya que considera que sin esta es "imposible que haya democracia". "Democracia es sinónimo de civilización", afirmó. Y mantuvo que cuando esta se obvia "manda el más fuerte" y sitúa a los ciudadanos "en la ley de la selva". Estas aseveraciones le sirvieron para destacar de nuevo su papel como ejecutor del 155.

"Ensoñaciones y quimeras"

Rajoy aprovechó la visita en Barcelona del ministro de Economía, Luis de Guindos, quien se reunió con representantes de la patronal catalana Foment del Treball, para llamar a "atender a la economía" tras "demasiadas ensoñaciones y quimeras" del anterior Govern. Se erigió como pieza clave para que el motor económico "vuelva a andar" en Catalunya, siempre que el nuevo Ejecutivo que salga de las urnas consiga calar el mensaje de que "se acabaron las bromas".

"Esto tiene arreglo si logramos recuperar el sentido común", zanjó, e insistió en la necesidad de consolidar una buena relación entre los dos gobiernos. Por su parte, aseguró que el PP seguirá "en su sitio" con la misma posición en Catalunya y pidió a sus socios que le sigan apoyando pese a las decisiones "difíciles" tomadas, porque "hablar es muy fácil, pero decidir no lo es tanto".

El presidente del Gobierno señaló que lo que está en juego en estos próximos comicios es "la vida de la gente", su economía, su empleo y los servicios de que disponen, y se negó a pronosticar que un nuevo Govern pueda volver a dejar vacía la silla de Catalunya en una Conferencia de Presidentes.

"Marginar" a los no independentistas

Por su parte, el candidato del PPC, Xavier García Albiol, acusó al Govern cesado de intentar "marginar" a quienes se sienten catalanes y españoles, y de creerlos "invisibles, transparentes".