SEGURIDAD DEL ESTADO

Defensa revisó su seguridad telefónica tras la broma sufrida por Cospedal

Sirvió para "depurar los propios procedimientos, que ya han sido revisados"

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, pasa revista en el cuartel del Bruc.

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, pasa revista en el cuartel del Bruc. / periodico

El Periódico / Agencias

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El Ministerio de Defensa revisó los protocolos de seguridad de las llamadas telefónicas después de la broma sufrida por la ministra, María Dolores de Cospedal, en la que dos cómicos rusos se hicieron pasar por miembros del Gobierno de Letonia. Así lo revela el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria al senador de Unidos Podemos Óscar Guardingo, en la que asegura que los procedimientos fueron "revisados" para que hechos como la broma a Cospedal "no se vuelvan a producir".

En su respuesta, el Ejecutivo explica que el Ministerio de Defensa dispone de procedimientos internos para las conversaciones telefónicas de los altos cargos del Departamento con sus homólogos de otros países. Sin embargo, reconoce que esto no evitó que, "bajo circunstancias muy concretas", tuviera lugar la broma sufrida por la ministra, que el Gobierno define como "actos malintencionados".  En cualquier caso, reconoce que esto sirvió para "depurar los propios procedimientos, que ya han sido revisados".

El secretario general de Podemos en el Senado realizó esta pregunta después de confesar "perplejidad y miedo" por imaginar "que quien está al frente de nuestros ejércitos pueda generar un problema de seguridad o de carácter internacional por una simple broma telefónica".

Así fue la broma

En la broma sufrida por Cospedal, dos humoristas rusos se hacen pasar por miembros del Ministerio de Defensa letón e informan a la ministra de que el expresidente catalán Carles Puigdemont es un espía ruso apodado 'Cipollino'.

En el vídeo de la conversación el humorista Alexéi Stoliarov se identifica como el ministro letón de Defensa y ofrece a Cospedal compartir con ella información de los servicios de inteligencia de Letonia sobre el papel de Rusia en el conflicto catalán.

Para el senador de Podemos, escuchar esta conversación genera "serias dudas" sobre las "capacidades" de quienes ostentan grandes responsabilidades de Gobierno. Tras conocerse el contenido de la llamada, Cospedal explicó en Twitter que había sido una conversación "muy rara" en la que no confió, por lo que decidió no hablar y no volver a llamar. "Ahora sé que eran rusos", apuntó.