la carrera al 21-D

Elecciones catalanas: Arrimadas evita los charcos

La candidata de Ciutadans exhibe moderación para reforzar el perfil de presidenciable ante el auge que le otorgan las encuestas

La candidata de C's a presidenta de la Generalitat, Inés Arrimadas, saluda, este lunes, al público del mitin de Cornellà de Llobregat.

La candidata de C's a presidenta de la Generalitat, Inés Arrimadas, saluda, este lunes, al público del mitin de Cornellà de Llobregat. / periodico

Rafa Julve

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Han sido ya varias las ocasiones en las que algún espontáneo ha increpado a Inés Arrimadas cuando atendía a los medios de comunicación en la calle durante un acto de campaña. "Fascista", le insultaron el viernes en la plaza de la Universitat. "'Visca la república catalana'", le ha espetado este lunes otra persona en la Gran Via de Barcelona. Tanto en estas como en otras situaciones parecidas, la cabeza de cartel de Ciutadans se muestra imperturbable y sigue a lo suyo, aprovechando para remarcar la "fractura social que ha provocado el 'procés'" y subrayando que su objetivo es ser "la presidenta de todos los catalanes, de los independentistas y de los que no lo son", eslogan donde los haya que suele llegar acompañado del siguiente comentario: "A mí no me oiréis insultar a los independentistas, hay que recuperar el respeto y la convivencia".

Por supuesto, la candidata no ahorra en críticas a los secesionistas, pero lo hace sin las estridencias y aspavientos de algunos de sus correligionarios. Las andanadas más fuertes contra ERC, los posconvergentes y la CUP acostumbran a dejárselas a compañeros de partido como Juan Carlos Girauta.

Mientras, Arrimadas mantiene una calculada moderación hasta el punto de autodefinirse como "presidenta del 'seny'". Algunas encuestas no solo sitúan a su partido como el primero del bloque constitucionalista, sino como el más votado en las próximas elecciones autonómicas. Toca por tanto tirar de manual y evitar cualquier charco que entorpezca su trayectoria. "Nosotros respetamos las decisiones de los tribunales", se limita a responder cuando se le pregunta por las obras de Sijena o por la situación judicial del Govern destituido. "Ojalá nos pudiéramos haber ahorrado esta situación, pero la Generalitat siempre ha buscado la confrontación", agrega a lo sumo.

"El 21-D será la fecha más histórica del 'procés' porque será su fecha de caducidad"

Inés Arrimadas

— Candidata de Ciutadans

La estrategia de los naranjas es clara: explotar el perfil presidenciable de la candidata y situarla por encima del barro de la campaña electoral. También en los choques con los contrarios a la independencia. "Nosotros somos más respetuosos con el PSOE y el PP que a la inversa", ha enfatizado ella misma este lunes por la mañana. Lo que no quita que al mismo tiempo se haya defendido de los ataques. Los populares, por ejemplo, llevan estos días hurgando en la "inexperiencia" de Ciudadanos en labores de Gobierno, a lo que Arrimadas ha replicado con toda la ironía: "En lo que tenemos mucha experiencia nosotros es en trabajar fuera de la política, no como otros. Nosotros no tenemos experiencia en pactar con los Pujol, que es la que tienen en el PP".

Por la tarde, en un mitin en el feudo socialista de Cornellà de Llobregat, junto al estadio del RCD Espanyol, que una hora después se enfrentaba contra el Girona, la aspirante naranja ha seguido a pies juntillas la hoja de ruta: vender entusiasmo por acabar con el debate soberanista y empezar a hablar "más del futuro que de 1714". Y parece que le está funcionando, porque los tres centenares de personas que la escuchaban le han dedicado varias veces aquello de "presidenta, presidenta". Porque ni Girauta ha arrancado más aplausos cuando ha acusado a los nacionalistas de manifestarse en Bruselas con movimientos "nacionalpopulistas" que ella cuando ha sentenciado: "¿Os acordáis de la de fechas históricas que han dicho los independentistas? Pues la fecha más histórica del 'procés' será el 21 de diciembre, porque será su fecha de caducidad". Un aficionado del Espanyol, a lo lejos, hacía sonar la vuvuzela como protesta. Ella ni se inmutaba. Otros pericos con la bufanda blanquiazul la aplaudían a rabiar.