Santiago Muñoz Machado: "No hay inconveniente en la palabra 'nación' si no implica soberanía"

Santiago Muñoz Machado

Santiago Muñoz Machado / periodico

Patricia Martín

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Santiago Muñoz Machado (Pozoblanco, Córdoba, 1949), catedrático de Derecho Administrativo, miembro de la Real Academia Española (RAE) y experto en el modelo territorial, ha coordinado el documento ‘Ideas para una reforma de la Constitución’, que pone en común las propuestas de 10 catedráticos, cinco catalanes y cinco del resto de España, destinadas a que se abra un debate en torno a la modificación de la Carta Magna. En su opinión, la situación es "grave" y acometer cambios para asegurar la convivencia es una “necesidad inminente”.

-¿Cómo se gestó el informe y cuál es su finalidad?

- A iniciativa de los firmantes, no ha habido ninguna incitación política. Y el propósito es sustituir la falta de propuestas y procurar estimular un debate sobre la reforma constitucional, que buena falta hace.

- El ensayo propone que España se mire en los modelos federales. ¿Por qué?

- Desde el punto de vista de la organización territorial, el sistema español es muy parecido a los federales. Para mejorarlo, son los únicos modelos que tenemos disponibles, experimentados y con problemas similares. Eso no quiere decir que postulemos la transformación de España en un Estado federal porque esa expresión es objeto de rechazo por una parte de la clase política, lo que proponemos es que copiar instituciones y técnicas federales.

"El derecho de autodeterminación no existe en ninguna constitución seria porque ninguna prevé su propia destrucción"

- Ustedes califican el reparto competencial de “defectuoso”. ¿Son partidarios de la recentralización o del modelo contrario?

- Esa deliberación hay que dejarla para el final. Lo primero es pensar en un sistema de reparto de competencias más claro, porque en un solo artículo de la Constitución se concentran todas las competencias, en un precepto muy confuso. Hay modelos comparados que separan las mismas en varias listas o los sistemas federales más consolidados, que establecen en la Constitución las competencias del Estado y, el resto, en las constituciones o estatutos regionales.

- Además proponen que los estatutos dejen de ser leyes orgánicas.

 - Creemos que es más limpio que sean leyes de cada territorio, lo que evita que ser deliberadas e incluso enmendadas en el Congreso. Eso no quiere decir que cada parlamento territorial pueda hacer lo que quiera, sino que tiene que respetar las reglas.

- En cuanto al Estatut, abogan por recuperar contenidos desactivados por el Constitucional. ¿Cuáles? 

- Es fácil recuperar algunas de las competencias que dejó atrás el Tribunal porque eran formalmente nulas, porque había problemas de redacción o porque el Estatut no era la norma adecuada.

- También hablan de reconocer la “singularidad” catalana en una disposición adicional en la Constitución. ¿Se podría definir a Catalunya como nación en la Carta Magna? 

- Una reforma de la Constitución puede decidir lo que quiera. Las palabras pueden tener significados sustantivos o ser simplemente enunciados formales. El término nación incomoda y es inoportuno cuando compite con una nación soberana, que es el pueblo español. Si se usan nociones próximas que no impliquen esa soberanía, pues un cambio constitucional podría permitir incorporarlas. No existe ningún inconveniente para incorporar el término nación, siempre que quede claro que no estamos hablando de una nación soberana. 

- ¿Serviría entonces que se denominase nación 'cultural' u otro apellido? 

- Podría ser, sí.

- Y el derecho a la autodeterminación.

- No se puede reconocer el derecho de una parte del territorio a segregarse. Ese derecho no existe en ninguna constitución seria porque ninguna prevé su propia destrucción.

"Hay mucha pereza o irresponsabilidad en la afirmación de que la reforma de la Constitución es prescindible"

- Sí proponen, en cambio, que se voten las reformas acordadas.

- Si el pueblo catalán quiere decidir, hay varias fórmulas. En lugar de votar en vacío sobre una eventual independencia, que decida si un proyecto que se le presenta le resulta satisfactorio. Hay que alcanzar un acuerdo que se pueda someter a referéndum, y que pueda formar parte de una norma catalana reformada, donde se regulen sus instituciones, sus competencias y sus relaciones con Estado. Puede ser el Estatut u otra norma.

- ¿Qué acogida ha  tenido el informe, porque la comisión para la reforma de la Constitución en el Congreso no suscita muchos apoyos

- El documento ha sido calurosamente acogido, pero es verdad que la comisión del Congreso y la actitud de los partidos respecto a la reforma es, de momento, fría. Creemos que se equivocan, la situación es grave, quien no lo afirme así es porque no ha estudiado el problema, dado que está en juego la norma que asegura la convivencia. Hay mucha pereza, desidia o irresponsabilidad en la afirmación de que la reforma de la Constitución es prescindible.