OPERACIÓN CATALUÑA

El juez cita a Villarejo, Martín Blas y los exjefes de la UDEF por el pendrive de los Pujol

Declararán como testigos el próximo 16 de octubre

El excomisario José Villarejo, contando oscuras operaciones.

El excomisario José Villarejo, contando oscuras operaciones.

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El juez de instrucción número 11 de Madrid, Juan Javier Pérez, ha citado el próximo 16 de octubre como testigos a los comisarios ya jubilados José Manuel Villarejo y Marcelino Martín Blas por el pendrive 'fantasma' con pruebas sobre la familia del expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol, según fuentes jurídicas.

Entre los cinco citados también figuran los policías Manuel Vázquez José Manuel García Catalán, los ex responsables de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) en la etapa en la que se recibió la memoria usb por la que el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata abrió una pieza separada de la que, finalmente, dedujo testimonio y se inhibió a favor de los Juzgados de Plaza de Castilla.

Las citaciones se han comunicado a las partes después de que el juez Juan Javier Pérez interrogara el 13 de septiembre a Eugenio Pino, el comisario, ya jubilado, que fue director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional en la etapa de Jorge Fernández Díaz como ministro del Interior.

Pino declaró en Plaza de Castilla como investigado por los delitos de prevaricación, fraude procesal y falso testimonio. El ex DAO aseguró que ni él ni nadie de su equipo, incluido su subordinado Bonifacio Díaz Sevillano (que declaró el 19 de septiembre), sabe "nada de nada" sobre un pendrive que, según él, llegó a la Policía a través del entonces jefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas.

"Lo que quieren los Pujol es anular la causa", señaló Pino a preguntas de los periodistas el pasado 13 de septiembre. En este sentido, desveló que el excomisario José Manuel Villarejo, que mantiene una fuerte controversia con Martín Blas en la conocida como 'guerra de comisarios', le ofreció esa misma información a cambio de 500.000 euros.

El ofrecimiento fue descartado por Pino, según su testimonio ante el juez, al entender que esas mismas pruebas las había obtenido ya a través del entonces jefe de Asuntos Internos. Fuentes jurídicas precisaron que Pino contestó al amplio interrogatorio del juez y del representante del Ministerio Público remitiéndose a su declaración en febrero en la Audiencia Nacional.

Datos encriptados

Según su versión ante el juez de Plaza de Castilla, Martín Blas le dijo que la memoria usb incluía información de la agencia Método 3, sin aclararle si procedía de registros judiciales, aunque él no pudo ver su contenido porque estaba encriptado. Tampoco le dio ninguna orden al respecto a su subordinado Bonifacio Díaz Sevillano. Este policía reiteró ante el juez que no trató con la agencia Método 3 ni tampoco conoció las actuaciones sobre la familia de Jordi Pujol iniciadas en el Juzgado número 14 de Barcelona.

Al deducir testimonio, el magistrado de la Audiencia Nacional José de la Mata consideró probado que los documentos fueron entregados, "siguiendo instrucciones de Pino", a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) por la mediación de Bonifacio Díaz Sevillano, persona vinculada a la Dirección Adjunta Operativa de la Policía Nacional.

Además de enviar esta causa al juzgado madrileño, De la Mata archivó la pieza separada relativa a esta memoria extraíble al considerar que no se había podido acreditar ni el origen ni la ubicación de los documentos, ni "quién los obtuvo y cómo", y tampoco "la cadena de custodia de los mismos". También pidió al Ministerio del Interior que estudiara desposeer a Pino de sus condecoraciones.

El juez de Plaza de Castilla ha retomado estas pesquisas interesándose por la cadena de custodia de unas pruebas que fueron apartadas del sumario para no contaminar la causa del 'caso Pujol', que sigue su instrucción en la Audiencia Nacional. De la Mata interrogó a Eugenio Pino y Marcelino Martín Blas después de que, en febrero, le remitieran un dispositivo de la marca Toshiba de 8 GB de capacidad que un agente de la UDEF había encontrado días atrás "ordenando los diferentes cajones y armarios de su despacho".