Los 'comuns' dejan en manos de las bases su adhesión al referéndum unilateral

Tampoco ha sido este sábado el día que los 'comuns' han aclarado su posición respecto al referéndum unilateral del 1-O. Será la próxima semana, del martes al jueves, cuando Catalunya en Comú preguntará a sus bases en una consulta interna si la formación debe participar en una consulta que, más aún tras la suspensión por parte del Tribunal Constitucional (TC), contempla solo como una "movilización", y no como un referéndum vinculante.

La coordinadora nacional del partido ha aprobado con 75 votos a favor, 15 abstenciones y un voto en contra la pregunta de esa votación interna entre los 10.000 adheridos a la organización: "¿Catalunya en Comú tiene que participar en la movilización del 1 de octubre?", cuestión ante la que ofrecerá una respuesta binaria de 'sí' o 'no'. El resultado se conocerá el 15 de septiembre.

El preámbulo de la pregunta recuerda que el 8 de julio la coordinadora nacional de Catalunya en Comú aprobó "apoyar la movilización" del 1-O y "hacer frente a cualquier tipo de represión, inhabilitaciones y suspensiones por parte del Estado", respetando al mismo tiempo la "diversidad" de la formación. También se emplazaba a "seguir trabajando para lograr un referéndum efectivo que solucionase la situación de bloqueo actual e hiciese frente a los ataques a la soberanía de Catalunya perpetrados por el PP".

"Acto de afirmación"

El líder de Catalunya en Comú, Xavier Domènech, ha admitido que el 1-O "no es el referéndum efectivo y con garantías" por el que trabaja su partido, pero sí es "un acto de afirmación de los derechos de Catalunya frente al PP" y un Mariano Rajoy que "puede pasar a la historia como el presidente que fue incapaz de dar respuesta a la peor crisis territorial desde 1978".

Por ello, en caso de que el resultado de la consulta interna sea 'sí', Domènech ha avanzado que Catalunya en Comú "invitará" a sus bases a "participar en la votación... si es que hay urnas", si bien ha dejado claro que la formación no se posicionará sobre qué se debería votar, ni hará campaña a favor del 'sí' o el 'no' en el 1-O.

Trámites congelados

Domènech ha valorado por otro lado el posicionamiento de la alcaldesa de Barcelona, Ada ColauAda Colau, que ha paralizado todos los trámites relacionados con la cesión de colegios electorales a la espera de que la Generalitat le aclare qué garantías le da de que no se pondrá en riesgo a la institución y a los funcionarios.

Domènech lo ha considerado un posicionamiento "normal" dentro de la "proactividad de hacer posible que toda la ciudadanía pueda votar", pero teniendo en cuenta que se ha producido una suspensión por parte del TC y eso afecta a la "logística", por lo que el ayuntamiento debe acordar con la Generalitat cómo "hacer efectiva la votación" sin "comprometer" a los trabajadores públicos, ha añadido.

Semana de división

Esta semana, los 'comuns' han visto desde la barrera cómo el 1-O volvía a hacer saltar las costuras de Catalunya Sí que es Pot, la volcánica coalición parlamentaria integrada por ICV, EUiA y Podem y en la que el partido de Colau no se integró el 27-S. Pese a la enésima trifulca entre Podem e ICV, Sí que es Pot se acabó absteniendo en la ley del referéndum, evitando ponerse al lado de Ciutadans, PSC y PP. 

El 'colauismo' también quiere evitar situarse en el bloque del 'no' a las urnas y por eso lleva tiempo defendiendo estar dispuestos a participar en el 1-O, pese a considerarlo una movilización. Pero también hay un intenso debate interno. Mientras que Barcelona en Comú y EUiA apuestan claramente por participar en el referéndum unilateral, Iniciativa tiene más dudas. Sus dirigentes reclamaron que la pregunta fuera clara y varios sectores defienden el 'no' en la consulta interna de la semana que viene. Varios históricos de ICV, como Eulàlia Vintró y Joan Boada, han firmado un manifiesto titulado 'L'1-O no hi anirem', que ya cuenta con unos 600 apoyos.