La radicalidad como bandera

Pintada en el parabrisas de un bus turístic realizada por Arran.

Pintada en el parabrisas de un bus turístic realizada por Arran.

Fidel Masreal / Barcelona

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Arran nació hace cinco años, fruto de la confluencia de la Cajei, (coordinadora d’Assemblees de Joves de l’Esquerra Independentista) Y Maulets (que a su vez era entonces la suma de Maulets (vinculada a Catalunya Lliure) y Joves Independentistes Revolucionaris (relacionado con el MDT). El mérito de Arran fue en ese momento, pues, agrupar casi todo un espacio político que había vivido numerosas siglas y escisiones.

Se definen sin ambigüedades como comunistas, marxistas, revolucionarios, independentistas, feministas y ecologistas y piden la liberación de todos los "països catalans". Para ellos, por poner un ejemplo, las joventudes de ERC son “socialdemocracia de toda la vida, las recetas de siempre, planteamientos reformistas que no aportan ninguna solución a los problemas de la clase trabajadora”, en palabras de uno de sus representantes que prefiere el anonimato.

Les interesa la acción en la calle y no especialmente el trabajo en las instituciones, incluido el de las CUP en el Parlament. Según sus propios datos son unos 500 jovenes organizados de forma asamblearia, con un órgano coordinador, la Mesa nacional, en el que están representadas las asambleas territoriales.

Pero Arran no representa a toda la izquierda radical 'indepe'.  Unos meses después de nacer, varias asambleas se  desgajaron de Arran- En Badalona, por ejemplo, se llaman l’Espurna. Se desvincularon de Arran porque creían que sí había que participar en movimientos transversales como la ANC. L’Espurna también apoya confluencia como la de Guanyem Badalona en Comú para “romper el techo de cristal de la unidad popular e ir más allá”, explica Àngel, un militante de Badalona de esta organización que nació como Arran y se apartó de esta organización, junto a otras asambleas de jóvenes de Girona, Mataró, el Berguedà, Cerdanyola, les Terres de l’Ebre y Santa Coloma de Gramenet. 

Discrepancias internas al margen, donde se sienten más a gusto los jóvenes de Arran es en la acción: pintadas, manifestaciones, encadenamientos simbólicos ante la Bolsa de Barcelona.... Sin duda el hecho más beligerante ha sido el ataque al bus turístico de Barcelona. También han actuado en el puerto deportivo de Palma de Mallorca con bengalas y pancartas ante un restaurante y ante los yates allí amarrados.

Polémica, y mucho, fue también su declaración explícita de apoyo a la violencia okupa en los incidentes por el desalojo del llamado “Banco expropiado” en Gracia el verano pasado. “No es la práctica de esta autodefensa, materializada a través de múltiples formas de lucha plenamente legítimas, desde la desobediencia al uso de la violencia, el método que nosotros hayamos escogido sino el camino que nos obligan a tomar para hacer de las vidas de todas las personas unas vidas dignas”.

¿Qué opinan sobre la violencia? Que el sistema capitalista es el que genera violencia. Incluso al preguntar sobre ETA, el citado militante contesta: “respetamos y ponemos como ejemplo movimientos revolucionarios de todo el mundo, cada movimiento hace su praxis política como considera oportuno según el análisis que hace” de la realidad.

Discrepancias

Pese a que la CUP (donde Arran es uno de los votos del grupo de acción parlarmentaria, GAP) en un ncomunicado ha apoyado a Arran, no todos aplauden lo sucedido con el bus turístico. Sin ir más lejos, uno de los diputados cupaires en el Parlament se quejaba esta semana en privado: “no vale todo”. El dirigente de la CUP Quim Arrufat también se ha desmarcado de lo sucedido en una entrevista en el diario Ara. “Para mí la acción directa no es violencia, es una respuesta violenta a la violencia estructural del sistema”, explica Berta, militante de 19 años de Sant Boi de Llobregat, donde son 5 los militantes de Arran. “No me da ninguna lástima la imagen de contenedores quemando en una manifestación, ante las cargas policiales nos tenemos que saber defender, y luego los ‘mass media’ explican las cosas como quieren”, añade convencida.

Cuando a Berta su entorno le dice que es revolucionaria porque es muy joven contesta que “se trata de una visión paternalista“ y que "el trabajo que hacemos es porque creemos que es necesario para favorecer a las clases populares”.