CORRUPCIÓN EN EL PP

Sánchez exige la salida de Rajoy e Iglesias insiste en otra moción de censura

Juan Ruiz Sierra / Madrid

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Todos los grupos de la oposición cargaron este miércoles contra Mariano Rajoy, tanto por el contenido de su declaración en el juicio del 'caso Gürtel' como por el hecho, inaudito en democracia, de que el presidente del Gobierno se vea obligado a testificar en un proceso por corrupción en su partido. La comparecencia del líder del PP sirvió para poner de nuevo de manifiesto las distintas estrategias del PSOE y Podemos. Mientras Pedro Sánchez reclamó la dimisión de Rajoy por "dignidad", Pablo Iglesias insistió en la necesidad de plantear una nueva moción de censura, en un mensaje dirigido a los socialistas. "El PSOE define sus estrategias como líder de la oposición", le contestó Sánchez, dejando claro que no actuará a rebufo de la formación morada.    

Por "dignidad"

"Señor Rajoy, por dignidad de la democracia tiene usted que dimitir", dijo Sánchez durante una breve comparecencia que solo admitió una pregunta. La intervención del secretario general del PSOE fue muy similar, aunque algo menos dura a la del cara a cara que mantuvo con el presidente en diciembre del 2015, cuando le llamó "indecente". "Solo le queda una salida honorable: presente su dimisión. Solo tiene un camino: dimitir. No arrastre a España en su caída. Dimita", dijo Sánchez, quien también formuló diez preguntas al jefe del Ejecutivo. Al haber renunciado a su escaño para no verse obligado a cumplir con el mandato de su partido y abstenerse en la investidura del líder del PP, el secretario general del PSOE no podrá formulárselas a Rajoy en la sesión de control. "Yo dimití por defender mis convicciones, ¿cuáles son las suyas?", preguntó Sánchez.  

"Mentiroso" o "negligente"

A diferencia de Sánchez, Iglesias considera que la única manera de lograr la salida de Rajoy es a través de una moción de censura como la que él mismo lideró, sin éxito, a mediados de junio. El presidente del Gobierno, a juicio del líder morado, "no va a dimitir ni con agua caliente". Tras escuchar las explicaciones ante la Audiencia Nacional del líder del PP, en las que negó cualquier responsabilidad en los asuntos económicos de su partido, Iglesias dijo: "Solo hay dos conclusiones posibles: o Rajoy está mintiendo para proteger al PP, lo cual va en contra de los intereses de España, o es un hombre enormemente negligente". El secretario general de Podemos, en cualquier caso, trasladó su "respeto" por "los tiempos del PSOE". De momento, quiere forzar un pleno extraordinario del Congreso en el que el jefe del Ejecutivo rinda cuentas por su declaración en el caso de financiación irregular.   

Testimonio "poco creíble"

Mucho más tibio fue José Manuel Villegas, de Ciudadanos, partido que firmó un pacto de investidura con el PP y apoyó la continuidad de Rajoy en la Moncloa. Para el dirigente naranja, si los populares se hubieran "regenerado", habrían alejado toda "sombra de sospecha" y no se hubiera llegado a la declaración ante un tribunal, aunque sea "solo como testigo", del presidente del Gobierno. Según Villegas, el testimonio del jefe del Ejecutivo resultó "poco creíble". 

"Hacerse la infanta"

ERC y el PDECat también insistieron en la necesidad de que Rajoy pague una factura política. Los republicanos exigieron su dimisión y los antiguos convergentes pidieron su comparecencia en el pleno del Congreso. El portavoz adjunto de Esquerra, Gabriel Rufián, acusó a Rajoy de "hacerse la infanta", al eximirse de toda responsabilidad sobre la presunta caja b de su partido. "Le ha faltado decir que lo hacía todo por amor", dijo Rufián, para quien "la única moción de censura real se llama referéndum de autodeterminación catalán y será el 1 de octubre". Desde el PDECat, el diputado Ferran Bel consideró "imprescindible" que Rajoy dé en el Congreso "las explicaciones políticas que hoy ha evadido".