REUNIÓN DE SÁNCHEZ E IGLESIAS EN LA CÁMARA BAJA

PSOE y Podemos se coordinan para que el Congreso se implique en el reto secesionista

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez se saludan al inicio de la reunión de Podemos y el PSOE, este lunes en el Congreso.

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez se saludan al inicio de la reunión de Podemos y el PSOE, este lunes en el Congreso. / periodico

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El PSOE y Podemos dieron este lunes un nuevo paso en la normalización de sus relaciones. El vínculo siempre ha sido tenso, en especial tras el fracaso en la investidura de Pedro SánchezPedro Sánchez, pero la reelección de este como secretario general de los socialistas, con un discurso menos beligerante hacia los morados, ha provocado un vuelco. Los principales dirigentes de ambas fuerzas, encabezados por Sánchez y Pablo Iglesias, se reunieron durante más de dos horas, en una cita que sentó las bases de una coordinación que servirá, entre otras cosas, para intentar que el Congreso se implique en el desafío independentista de Catalunya.desafío independentistaCatalunya

Hay, sin embargo, importantes diferencias que permanecen inalterables. Fundamentalmente tres: las medidas frente a la crisis secesionista, el alcance de la alianza parlamentaria y los ritmos para que esta desemboque en una nueva moción de censura frente a Mariano Rajoy.

Los socialistas creen que la solución en Catalunya pasa por una reforma de la Constitución de corte federal, que debería incluir el blindaje de las competencias autonómicas y el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado. De ahí que aboguen por una subcomisión que aborde el cambio en la ley fundamental. Podemos no se cierra a esta vía, pero cree que la situación actual requiere de medidas más urgentes. Su propuesta pasa por la creación de una comisión parlamentaria sobre la "crisis territorial" y por un referéndum "efectivo". Aun así, unos y otros quisieron poner el acento en lo que les une: su voluntad de que el Gobierno vaya más allá de la "respuesta judicial" y que el Congreso se implique en el desafío.   

"Nuestra apuesta es el referéndum", dijo el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, en la línea del artículo publicado junto a Iglesias en EL PERIÓDICO, que defiende que "Catalunya es una nación que quiere decidir su futuro". Para los morados, una subcomisión como la que reclama el PSOE "no está a la altura de la urgencia" del momento, porque una "reforma constitucional", más allá de su contenido, "tiene un periodo de tiempo muy largo".

"No podemos apoyar un referéndum ilegal que se salte las normas del Estado de derecho. Respetamos la posición de Podemos, pero no compartimos las soberanías compartidas. Nosotros estamos por una soberanía única. Pero estamos preocupados porque hay un absoluto inmovilismo por parte del Gobierno. No nos podemos resignar solo a una respuesta judicial. Tenemos que dar soluciones", contestó la portavoz parlamentaria de los socialistas, Margarita Robles, quien no se cerró por completo a estudiar una comisión sobre la crisis territorial como la que pide Podemos.

INICIATIVAS SOCIALES

Las dos formaciones tendrán oportunidad de profundizar en este debate en los próximos tiempos. La medida más concreta surgida del encuentro fue la creación de una "mesa de coordinación parlamentaria" donde se aborden iniciativas conjuntas. Sobre todo de ámbito social, que es donde el PSOE y Podemos tienen más en común: de las pensiones a la subida del salario mínimo.  

Pero aquí, de nuevo, se encuentra una discrepancia. Mientras los morados consideran a los socialistas sus socios "preferentes", estos no excluyen alianzas similares con otros grupos, en especial con Ciudadanos, cuyo concurso consideran imprescindible para presentar una moción de censura a Rajoy.

"Esta mesa prefigura un Gobierno alternativo. Nosotros tenemos más prisa por sacar al PP del Gobierno. El PSOE se plantea unos tiempos más lentos. Trabajaremos para convencerles", explicó la portavoz de Podemos, Irene Montero. Robles contestó recordando el 'no' de los morados a la llegada del líder socialista a la Moncloa, que en marzo del 2016 se presentó a la investidura con un acuerdo con el partido naranja. "Si ellos hubieran tenido tantas prisas como dicen que tienen, Sánchez sería ahora presidente", concluyó.