La CUP exige al Govern que compre las urnas y expresa su "perplejidad" por sus "no explicaciones"

Tras saberse que el concurso para la compra de las urnas del 1-O ha quedado desierto, la CUP ha expresado su "más absoluta perplejidad" ante las "no explicaciones" del Govern sobre cuál será el siguiente paso para adquirirlas. Los 'cupaires' han exhibido su malestar al afirmar que se sienten ninguneados "sobre la toma de decisiones del día a día con respecto al referéndum" y avisar con contundencia al Ejectutivo de Carles Puigdemont de que no tolerarán "subterfugios" ni "actitudes pusilánimes".

La diputada de la CUP Mireia Boya se ha declarado sorprendida, en rueda de prensa, y ha afirmado que su "perplejidad" es "compartida por mucha gente del país", puesto que las "dudas" que transmite el Govern "sobre la logística de organización del referéndum no contribuyen a transmitir confianza". La formación anticapitalista desconoce, ha dicho, lo ocurrido con el concurso e ignora si hay un "plan b". Este martes por la tarde, horas después de que saltara la noticia, están reunidos en el Palau de la Generalitat partidos y entidades soberanistas.

"Solo podemos expresar nuestra extrañeza por lo que está ocurriendo", ha apuntado, "pero esperamos que en el acto convocado para el 4 julio estas cosas estén ya resueltas, puesto que en caso contrario, estaríamos ante un grave problema de solvencia técnica y política de este Govern".

"VAYAMOS DE CARA"

La CUP lamenta que "aunque en la rueda de prensa del Govern se han explicado los problemas, no se han dicho cuáles son las soluciones", lo cual no ayuda a "transmitir la determinación de realizar el referéndum" que el Ejecutivo anunció para el 1 de octubre. Para el partido, el Govern "puede utilizar el procedimiento que quiera, pero debe comprar las urnas y seguir diciendo que son para el referéndum". Boya ha proclamado después: "¡Basta ya de pusilánimes que buscan subterfugios! Vayamos de cara, hay que comprarlas y esto tiene que hacerlo el Govern".

Sobre la posibilidad de que las urnas acaben siendo de cartón, tal y como ocurrió en el proceso participativo del 9-N, la CUP considera que "deberían ser urnas clásicas que sean homologables a nivel internacional".