LA LACRA DE LA CORRUPCIÓN

Manuel Moix, media decena de polémicas en solo 87 días

ÁNGELES VÁZQUEZ / PATRICIA MARTÍN / MADRID

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El tercer jefe Anticorrupción y el de mandato más breve. Pocos días de los 87 que Manuel Moix ha estado al frente de la fiscalía especial han estado exentos de polémica. Especialmente desde que estalló el ‘caso Lezo’, cuyo sumario incluye unas significativas grabaciones en las que Ignacio González se felicitaba de cara a resolver sus problemas judiciales gracias a que el PP colocase a Moix en Anticorrupción. Por cierto que el fiscal general, José Manuel Maza, conocía las escuchas y aún así le designó para el puesto.

Y el ‘elegido’, de tendencia conservadora y con 31 años en la carrera fiscal, decidió que iba a poner orden y supervisar cualquier decisión adoptada en la casa, le pesara a quien le pesara. Su aterrizaje fue definido como el de “elefante en charrería” incluso por los compañeros que le defendían.

Así, pocos días después de la detención del expresidente madrileño, que Moix puso como ejemplo de su nula connivencia con el PP, trascendió que intentó imponer su supremacía para evitar algunos de los registros o al menos separarlos del 'caso Lezo'. <strong>Los fiscales del caso tuvieron que acudir al artículo 27</strong> del Estatuto del ministerio público, que apenas se ha usado una decena de veces, para convocar una Junta de Fiscales, que les dio la razón. Y finalmente las diligencias se practicaron. Este episodio ya provocó que la oposición solicitara las comparecencias de Rafael Catalá, Juan Ignacio Zoido y José Manuel Maza en el Congreso.

EL 'CHIVATAZO'

Moix también había presionado a sus subordinaros para que no imputaran organización criminal a González y su hombre de confianza en el Canal, Edmundo Rodríguez Sobrino. Y en su decreto deslizaba que no cambiaba a los fiscales del caso por no existir margen de tiempo. Y, por último, fue él quien decidió qué parte del recurso de la Fiscalía contra la prisión de González se facilitaba a prensa. Entre las páginas difundidas se incluía la referencia a la "comunicación 'chivada' del secretario de Estado del Seguridad", José Antonio Nieto, que dio pie a que se le relacionara con el 'chivatazo' que alertó a González de que estaba siendo investigado. Maza tuvo incluso <strong>que pedir disculpas al número dos</strong> del Interior.

Asimismo, en otros casos también ha pisado varios callos. Por ejemplo relevó a los fiscales del 'caso 3%', una decisión que está paralizada por el fiscal general. Además tramitó la denuncia por coacciones de un investigado contra ellos y un tercero al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya sin escucharles si quiera. Se ha especulado con que su guerra contra los fiscales del 3% iba dirigida a contentar a los nacionalistas, pero él siempre la ha justificado con motivos “operativos”.

SUS DECLARACIONES

Y las múltiples informaciones en torno a la posibilidad de que quería apartar a los fiscales de ‘Lezo’ no han contribuido precisamente a dar una imagen de sosiego, autonomía y unidad en la fiscalía Anticorrupción. Además de sus manifestaciones a favor de sancionar las filtraciones de sumario, rechazar que Mariano Rajoy tenga que declarar personalmente en el ‘caso Gürtel’ o contra la Guardia Civil, por “ir más allá de sus funciones”, por ejemplo, a la hora de investigar a Cristina Cifuentes. Una corta pero polémica trayectoria en la fiscalía especial que le valió una reprobación por el Congreso, junto con Maza y Catalá.

Pero sin duda la gota que ha colmado el vaso ha sido su sociedad en Panamá y sus contradictorias explicaciones sobre la misma, que le han puesto contra las cuerdas y le ha llevado a <strong>presentar su dimisión</strong>.

Ahora volverá al Tribunal Supremo, aunque no se sabe aún a qué Sala. Llegó a la de lo Contencioso tras ser el fiscal superior de Madrid, en la época en la que este departamento presentó la querella que inició la causa por el patrimonio de Rodrigo Rato. Con Moix al frente, esa misma Fiscalía se opuso a que el incidente de tráfico de la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, fuera considerado delito.