CORRUPCIÓN.CAT

El matrimonio Arnolfini

Como en el cuadro de Van Eyck, este juicio está haciendo de espejo donde los actores se reflejan a modo de testigos

Àngel Colom, durante su declaración judicial por el 'caso Palau', este lunes, 10 de abril.

Àngel Colom, durante su declaración judicial por el 'caso Palau', este lunes, 10 de abril. / periodico

JAVIER PÉREZ ANDÚJAR / BARCELONA

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Se está procesando a una burguesía corrupta, profunda y poderosa, la intocable burguesía catalana de Barcelona. Así lo ha dejado ver este lunes uno de los testigos, el exdiputado convergente Jaume Camps, que fue imputado en esta misma causa, pero prescribió el delito del que se le acusaba. Camps ha llegado con esa indolencia satisfecha de comilonas y de llevar décadas apoltronado en el poder, con esa incuria forjada a base de sobremesas donde se corta todo menos el alioli, y se ha sentado y ha cruzado los brazos igual que un buda que sabe que donde él termina empieza el estado de no retorno, y con épica obsoleta ha ensalzado al decrépito jefe del clan: "Millet había sido encumbrado en la cúpula del prestigio social por parte de la burguesía catalana de Barcelona, y también encandiló a la burguesía de Madrid, que le hizo patrón de la FAES. Había recuperado un prestigio social hundido cuando lo de Renta Catalana", así ha dicho Camps en uno de sus intentos de anestesiar el interrogatorio del fiscal Sánchez Ulled. Al final la presidenta del tribunal, la magistrada Montserrat Comas, tuvo que reconvenir a Camps para que respondiese a las preguntas y se dejase de divagaciones, llenas de melancolía unos ratos y de autobombo otros ratos.

Camps fue uno los fundadores de CDC, ha sido el abogado personal de Millet y también ha ejercido de abogado en Catalunya de Ferrovial. Era el único abogado presente en las ambiguas reuniones donde Pedro Buenaventura, directivo de la empresa de infraestructuras, se encontraba con Millet para negociar temas del Palau. ¿A qué parte representaba en esos momentos Camps? ¿Por qué no había, además, un abogado que representase al Palau? Camps ha defendido que él asistía a tales encuentros en plan de amistoso mediador.

También ha testificado en esta sesión el excorreligionario de Pilar RaholaÀngel Colom, donde ha sido preguntado por los 12.500.000 pesetas que recibió de Millet para que saldara las deudas del extinto partido de Rahola y de Colom, que se llamaba PI, igual que el apellido de Filemón, el jefe de Mortadelo. En común tienen que la cosa va de disfraces. ¿Cuándo se le proporcionó el dinero a Colom? Cuando Colom se afilió a Convergència. ¿Quién aflojó la mosca? Millet mediante un recibo de tres concisas líneas, en las que se indicaba que la cantidad era para un convenio de pedagogía sobre nuevas migraciones. ¿De qué va ese tema?, le ha preguntado el fiscal. Colom ha dicho que ni idea, que no había reparado en lo que ponía en el papelito, pues solo se fijó en la línea de en medio donde figura el importe. Bueno, pero ¿quién le dijo que se lo pidiera a Millet? "Su nombre surgió en un 'brain storming'. Acudimos a Millet porque estaba considerado un mecenas de la cultura catalana", ha explicado Colom. Y esto es lo que esa burguesía en el poder entiende por cultura.

Al igual que en el famoso cuadro del matrimonio Arnolfini, de Van Eyck, este juicio está haciendo de espejo donde los actores se reflejan a modo de testigos.