PLENO EN EL CONGRESO

Rajoy promete presupuesto para el corredor mediterráneo

Rajoy en su escaño del Congreso.

Rajoy en su escaño del Congreso. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Fue lo último que dijo en el hemiciclo, casi a regañadientes, como si le hubiesen arrancado un compromiso que no quería revelar todavía, sin siquiera llamarlo por su nombre, y al poco abandonó su escaño sin ofrecer mayor explicación. Mariano Rajoy se comprometió este miércoles en el pleno del Congreso a incluir en los presupuestos del 2017, que su equipo está ultimando, una inversión de 3.850 euros para el corredor mediterráneo que Ciudadanos le viene exigiendo desde que firmó el pacto de investidura. Ese es el importe estimado que será necesario para que finalicen las obras.

La promesa llegó en su última respuesta a Albert Rivera en la sesión de control y fue tan vaga que los colaboradores del jefe del Ejecutivo tuvieron que validar en los corrillos parlamentarios que sí, que lo había dicho, y que, aunque el corredor mediterráneo efectivamente estaba incluido en el acuerdo, esta es la primera vez que Rajoy asumía en público consignar una partida de las cuentas públicas. "Es una prioridad para el Gobierno y lo verá plasmado en los presupuestos", respondió al líder de Ciudadanos, quien tiró de ironía para desear que las obras estén terminadas antes que las de la Sagrada Familia.

Las formas de Rajoy en el Parlamento evidencian la relación que busca imponer en el diálogo a sus "socios" y a Catalunya: el presidente solo parece ceder ante la presión de lo que ya está comprometido -infraestructuras e inversiones- para salvar las cuentas del Estado con unos apoyos de Ciudadanos de los que no puede prescindir, pero emplea esas promesas arrancadas a duras penas para exhibirlas ante la Generalitat como muestra de su voluntad de diálogo siempre que se ahuyente el fantasma del referéndum

ANUNCIO Y OCÉANO

Que fuera tan parco en el hemiciclo se entiende para no adelantar un anuncio que tiene previsto hacer la próxima semana, como guiño a los socios parlamentarios, a los empresarios y, quizá también, al Govern. 

Con la carpeta de lo tangible bajo el brazo, Rajoy visitará Barcelona dos veces en los próximos días. El domingo, arropará a Xavier García Albiol como presidente del PP catalán.Xavier García Albiol PP catalán El martes inaugurará una jornada sobre infraestructuras, 'Conectados al Futuro', en el Palau de Congressos de Catalunya.

Fuentes populares han adelantado que aprovechará la ocasión para anunciar "un gran proyecto de inversiones para toda España y para Catalunya", acompañado por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y ante la presencia del empresariado catalán. Se da la circunstancia - casual o no- de que en esa fecha el 'president', Carles Puigdemont, estará de viaje, en una gira por Estados Unidos (Boston, Washington y Nueva York) dede el lunes hasta el viernes para explicar a los 'think tank' estadounidenses el proceso soberanista catalán. En una imagen: mientras el jefe del Ejecutivo esté presentando inversiones millonarias en Barcelona, Puigdemont estará promocionando internacionalmente la peor pesadilla de Rajoy, el referéndum. 

Lo evidente de la historia es que el presidente no ha mostrado demasiado interés en coincidir en Barcelona con el jefe del Ejecutivo catalán, pero sí se ha ocupado de dejarle el recado en su tierra y puede volver a Madrid con un discurso inamovible. A saber: que el Estado es generoso, que lo que necesita Catalunya es invertir en infraestructuras que garanticen un futuro mejor, en lugar de enrocarse en la consulta como purga a todos los males. Entre ambos, un océano de por medio.