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Mariona Carulla: "Me robaron el bolso en la boda de la hija de Millet"

Mariona Carulla

Mariona Carulla / periodico

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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El juicio por el saqueo del Palau de la Música ofrece en ocasiones anécdotas propias de una comedia de Woody Allen. En la octava sesión, la puso en bandeja de plata la actual presidenta de la institución cultural, Mariona Carulla. El abogado de Fèlix Millet la interrogó con insistencia sobra las bodas de las dos hijas del expresidente del Palau que fueron pagadas con fondos del auditorio. La testigo confirmó que asistió solamente a una de las ceremonias como invitada y fue entonces cuando hizo la revelación: "Recuerdo que me robaron el bolso".

Carulla ha declarado, en relación al saqueo del Palau, que nunca se comunicó a los órganos de gobierno de la institución el convenio firmado con la fundación convergente Trias Fargas (ahora CatDem), por el que esta recibió más de 630.000 euros. "Millet no podía hacer esta donación sin la aprobación de la junta", ha detallado. La fundación ha ido devolviendo este dinero, aunque faltan 79.000 euros que están intervenidos por un juzgado. A la pregunta de por qué el Palau no acusa a CDC y a su extesorero Daniel Osàcar, Carulla ha respondido que sus asesores no lo creen conveniente y que el objetivo es recuperar el máximo de dinero expoliado. "Pero si se tiene que ir contra otras personas o instituciones que nos han perjudicado, lo haremos", ha apostillado.

"Millet era el que mandaba, con su mano derecha, Jordi Montull, y la directora, Rosa Garicano", ha expuesto la actual jefa del Palau, que después ha añadido que "aparentemente" las cuentas cuadraban, pero "el engaño estaba por detrás". La testigo ha dejado claro que el cargo que ostenta ahora no es de gestión, sino de representación, y "no ejecutivo". En el 2009, cuando estalló el escándalo, era vicepresidenta de la asociación Orfeó Catalá y vocal de la fundación de la entidad y del consorcio compuesto por las administraciones públicas. Estas son las tres instituciones que componen el auditorio.

Carulla ha explicado también que del funcionamiento interno de la institución "sabía poco" porque no iba por las oficinas y solo asistía a las reuniones de los órganos de gobierno de cada una de las entidades que componían el auditorio. Y solo sustituía al entonces presidente en las reuniones cuando no podía ir a ellas.

LA CAJA ÚNICA

La testigo ha insistido en que era Gemma Montull, como directora financiera, quien presentaba las cuentas --las "cantaba"-- y que la entidad funcionaba como "caja única", con traspasos de fondos de un órgano a otro. Ha agregado que las cuentas de algunas de las entidades llegaban tan solo una hora antes de las reuniones, y que solían aprobarse por asentimiento. Según Carulla, nadie sospechó del saqueo protagonizado por Millet y Montull porque "lo que presentaban aparentemente era correcto".

"Lo que cobraba Millet no lo sabía nadie", ha aseverado, subrayando que desconocía los bonos o sobresueldos millonarios que se autootorgaron los dos máximos responsables. "Esto [el saqueo] lo hacían a espaldas de la gente (…) Lo que hacían no lo explicaban", ha insistido Carulla, quien ha asegurado también que Ferrovial, la constructora acusada de pagar comisiones a CDC, era el principal patrocinador del Palau. Al ser preguntada por si había asistido a la boda de una hija de Millet, ha dicho que sí y, como anécdota, ha comentado que le robaron el bolso.

"El Palau de ahora no tiene nada que ver con el de antes. Antes había 30 cuentas corrientes y ahora solo cinco", ha dicho. Y ha concretado que aceptó la presidencia del Palau cuando estalló el escándalo por "el sentido de la responsabilidad": "Nos sentimos engañados por el gran expolio. Después del registro, casi vivíamos allí", ha añadido Carulla antes de admitir que Millet y Montull han devuelto unos seis millones de euros y que hay bienes suyos depositados en el juzgado. 

Asimismo, Carulla ha desvelado que dos empresas acusadas de facilitar el pago de comisiones a CDC,  Hispart y Altraforma, han llegado a acuerdos con la actual dirección para devolver las cantidades que presuntamente desviaron a la formación mediante facturas falsa.