El factor Santi Vila

El conseller de Cultura Santi Vila

El conseller de Cultura Santi Vila / periodico

FIDEL MASREAL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un nombre y un apellido, Santi Vila. El 'conseller' de Cultura, 'exconseller' de Territori, exalcalde de Figueres y de perfil liberal y moderno, puede convertirse en un eje clave del futuro del PDECat, no solo por su eventual candidatura electoral, sino porque con él la formación política reforzaría un giro evidente hacia el centro político, lejos de las aventuras y complicidades con la CUP. La actual dirección del partido no oculta su cercanía ideológica a Vila y admite que es un posible candidato de futuro, pero no el único.

Y es que en el PDECat existe una clara consciencia del factor Vila. E incluso el propio 'expresident' Artur Mas (que se deja querer como aspirante a repetir como candidato) afirma en privado que su opción de futuro es el actual 'conseller'. Preguntado precisamente por el futuro de Vila, un buen conocedor del 'conseller' en el Govern responde sin dudarlo: "Santi Vila tiene muchos futuros, y es joven".

¿Cuáles son las claves de este posible nombre para encabezar la posconvergencia? De entrada, una apuesta inequívoca por situar al partido en el espacio de la moderación ideológica y la modernidad organizativa alejada del pujolismo. Además, Vila es absolutamente contrario a la decisión de Artur Mas de haber dado un paso al lado por exigencia de la CUP. Cree, como muchos otros en las bases del partido, que la connivencia con los anticapitalistas descentra al PDECat, supera todas las líneas rojas. Y ha hablado y escrito sobre ello. Por ello Vila siempre ha evitado mostrar gestos de complicidad con el actual aliado parlamentario del Ejecutivo de Junts pel Sí.

COMPLICIDAD IDEOLÓGICA

En este espacio ideológico, Vila tiene una gran sintonía con la cúpula del partido, que trabaja para evitar salidas de tono verbales y políticas y volver a ubicar a la nueva fuerza en un terreno de combate frontal contra el 'colauismo' y los 'comuns' (una de las batallas clave cara al futuro de la política catalana) y para acoger a sectores moderados quizás descontentos por la escalada independentista junto a los diputados anticapitalistas que lidera Anna Gabriel. Otro punto de conexión entre Vila y los comandantes del PDECat es su lejanía total respecto a los casos de corrupción que afectan a Convergència. El pujolismo queda tan lejos de Vila como de Marta Pascal o David Bonvehí, entre otros.

Además, Vila defiende el independentismo, pero no con la actual estrategia. En resumen, su tesis podría resumirse con un "así, no". Es decir, considera que cuestionar el Estado de derecho, saltarse la legalidad y hacer demostraciones verbales de radicalidad no son propias del partido al que pertenece, heredero de una CDC que nunca estuvo en estas tesis.

Sin duda, el factor Vila es directamente contrario a la línea de beligerancia y de contundencia independentista que lideran el 'president' Puigdemont, Jordi Turull y Francesc Homs. Personas que están en clave personal y pensando solo a corto plazo -por el referéndum o por sus procesos judiciales-, según fuentes del partido. De hecho, al actual 'conseller' se le ha visto poco o nada en los distintos actos convocados últimamente por el soberanismo para apoyar a los encausados por el 9-N. De entrada, no es de los que ha acompañado al 'exconseller' Homs a Madrid para arroparle ante el juicio en el Tribunal Supremo.

¿Y qué opina él? Según fuentes cercanas al 'conseller', este está pensando en si presentarse. Y si lo hace será siempre y en todo caso en el partido que actualmente le acoge. Sin embargo, no se lanzará a la piscina de forma imprudente. Es cierto que recibe una buena valoración entre las bases pero todavía no se percibe que sea inminente su paso al frente. De hecho, cuando trató de ocupar el cargo de presidente del consejo nacional del partido -un puesto menor-, fue la actual presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa, la que -con un discurso previo de rebelión contra el aparato dirigente- le venció en las urnas.

Un muy buen conocedor del partido opina que Vila debería presentarse de inmediato como candidato y dejar el Govern porque si lo hace tras el choque de trenes entre la Generalitat y el Gobierno por el referéndum podría aparecer ante los suyos como un traidor o un oportunista. Pero es difícil que esta decisión sea inmediata. En todo caso, parece lógico que Vila espera a ver cómo se desarrolla el conflicto soberanista y los juicios por el 9-N y, por ejemplo, vea cómo Mas administra la sentencia que reciba por haber organizado el proceso participativo del 2014.

EL FACTOR MAS

Vila se considera una persona muy cercana a Mas y se deja querer por él, pero deja claro a sus interlocutores que si se presenta será para reorientar el actual rumbo del partido. No le faltarán apoyos pero probablemente también tendrá que asumir retos y desafíos, como el que le pueda plantear el soberanismo más radical, o la imagen de "verso suelto" que pesa sobre él y sobre sus desmarques respecto a la línea oficial. 

En todo caso, cabe apuntar su nombre y tenerlo muy presente porque de la explosión que pueda producirse en pocos meses por el referéndum se pueden derivar decisiones rápidas, en especial si el escenario lleva a unas nuevas elecciones catalanas.