LA LACRA DE LA CORRUPCIÓN

Un extesorero del PP dice que en su época no había dinero "ni en a, ni en b, ni en z"

Francisco Correa, este lunes, a su llegada a la Audiencia Nacional.

Francisco Correa, este lunes, a su llegada a la Audiencia Nacional. / periodico

ÁNGELES VÁZQUEZ / MADRID

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El extesorero del PP Ángel Sanchis Perales, para el que la fiscalía pide 8 años de cárcel, aseguró este jueves ante el tribunal del 'caso Gürtel' que en su época en el partido "no había dinero ni en a, ni en b, ni en z". No le dio tiempo a más, porque el presidente de la sala, Ángel Hurtado, le interrumpió cuando iba a rememorar que una vez pagó las nóminas de su bolsillo.

Declaró que no se creía los memorandos de los bancos suizos, porque había sido banquero, y que era responsabilidad de ellos determinar si procedían de actividades ilícitas los tres millones de euros que le prestó el que luego también sería tesorero del PP Luis Bárcenas, para su finca argentina de La Moraleja. Salpicando su declaración con comentarios como "si no me acuerdo del nombre de mis bisnietos, cómo voy a recordar eso", respondió con un "afortunadamente no" a la pregunta de si volvió a tener relación con el PP tras ser sustituido en la tesorería por Rosendo Naseiro.

Antes había declarado el exdiputado del PP Jesús Merino, secretario de política autonómica entre el 2001 y el 2004, quien admitió, restándole importancia, haberle dado un borrador de un concurso público al número dos de Francisco CorreaPablo Crespo. Merino sostuvo que es habitual en la administración dar información a las empresas interesadas sin que el concurso se haya publicado. Sostuvo que Correa no se presentó y que la adjudicación de la Dirección General de la Mujer de la Junta de Castilla y León quedó desierta. También dijo que Bárcenas le "mandó como cliente" a la empresa de gestión de residuos Ros Roca para solicitar unas subvenciones que al final no se lograron por abrir plantas de transformación de purines en electricidad.

Según Merino, conocía a Correa de una cafetería próxima a sus oficinas y se hacían consultas mutuas sobre sus respectivos intereses, pero nunca cobró de él, ni participó en Spinaker 2000, que, según Anticorrupción, canalizaba los beneficios que recibía de la trama. A Merino le "extrañó" que Correa declarara que había cobrado por la concesión de la campaña de las generales del 2003 a Rialgreen, porque no dependía de él. 

"BÁRCENAS ME MANDÓ EL CLIENTE"

En cuanto a la empresa Ros Roca, Merino explicó que fue Bárcenas quien le "mandó el cliente" y que su labor consistió en ayudar a la empresa leridana a conseguir subvenciones por la construcción de dos plantas de tratamiento de purines para convertir el excremento de los cerdos en energía eléctrica. Las ayudas fueron denegadas tanto por la Junta como por el ministerio competente.

Sin embargo, sus explicaciones sobre por qué Crespo también le había mandado un fax sobre esta empresa sonaron poco convincentes, pese a lo tajantemente que había negado haber cobrado de la trama y haber tenido más negocio con Bárcenas y Sepúlveda que una inversión inmobiliaria en Vaquèira que no llegó a culminar, porque ni él ni el exalcalde de Pozuelo de Alarcón pudieron encontrar financiación.

En cuanto al borrador de una campaña sobre la mujer de la Dirección General correspondiente de la Junta de Castilla y León, explicó que llamó a la consejería para conseguirlo, e insistió en que luego no coincidía con lo que se publicó en el boletín autonómico, dato que la representante del ministerio público lo pudo desmentir con facilidad compararando ambos documentos.