LAS CUENTAS PÚBLICAS

El presupuesto de Salut recupera el 35% de los recortes de Artur Mas

La cantidad por habitante y año para atención sanitaria aumenta 65 euros sobre la del 2016

Comparecencia del Conseller de Salut Antoni Comin  en el Parlament

Comparecencia del Conseller de Salut Antoni Comin en el Parlament / RICARD CUGAT

ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA

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El presupuesto previsto por la Conselleria de Salut para el funcionamiento del sistema sanitario público en el 2017 aumenta en 408 millones de euros en relación al del 2016, lo que supondrá revertir en un 35% los recortes, de 1.500 millones, que aplicó en ese departamento el Gobierno de Artur Mas entre los años 2011 y 2014. La partida de Salut ascendería, si se aprobaran los presupuestos de la Generalitat para este año, a 8.876 millones de euros, el 37% del gasto total de todos los departamentos, según ha anunciado el titular de Salut, Antoni Comín, en el Parlament.

La cantidad que ese precupuesto sanitario permitiría destinar a cada habitante de Catalunya en este año sería de 1.186 euros, exactamente 65,5 más que la invertida en el 2016. El año en que esa cantida per cápita llegó a su máximo histórico fue el 2010, cuando alcanzó los 1.297 euros por ciudadano. Esta cifra situa a Catalunya entre las comunidades que peor financian la asistencia sanitaria en España. La cápita de Euskadi es año tras año unos 400 euros superior a la catalana.

Los temas de más difícil resolución y mayor conflictividad actual en este departamento --la reducción de las esperas quirúrgicas y diagnósticas, o la saturación continua de los servicios de urgencia de los hospitales-- serán objeto de planes estratégicos de amplia envergadura que, admitió Comín, difícilmente darán resultado antes de "dos o tres años". El objetivo inmediato del 'conseller' en relación a las listas de espera es reducir la cifra de pacientes que han superado los tiempos de demora legalmente establecidos y garantizados, lo que les permitiría a los enfermos afectados reclamar una intervención en un centro ajeno al que le corresponde, y con un equipo quirúrgico para él desconocido. En esa situación se encontraban 16.066 pacientes el pasado diciembre, 3.700 menos que un año antes. 

Comín ha negado que el lleno en las urgencias hospitalarias equivalga al "colapso" de los servicios. "Decir eso es cuestionar a los profesionales que atienden urgencias, que, con su esfuerzo, están consiguiendo precisamente que sus servicios no se colapsen, y que todos los enfermos sean atendidos de forma adecuada", ha indicado el 'conseller'.