LA LACRA DE LA CORRUPCIÓN

Bárcenas afirma que "nunca jamás" le han llamado "Luis, el cabrón"

ÁNGELES VÁZQUEZ / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El extesorero del PP Luis Bárcenas contestó este miércoles con un "nunca jamás" a la pregunta de si alguien le había llamado alguna vez en el partido "cariñosa o despectivamente" 'Luis, el cabrón'. El acusado se permitió incluso la ironía de agradecer a la Fiscalía Anticorrupción que no le hubiera preguntado por ese extremo en el "intenso" interrogatorio al que le sometió entre el lunes y el martes, porque "debe estar convencida de que ese apunte" no tiene nada que ver con él. 

Según el acusado, que se enfrenta a 42 años y medio de cárcel, los propios informes de la Udef descartan que él sea "Luis el cabrón", porque el apunte contable por 72.000 euros en cuestión incluyen el concepto de "incremento de deuda de Álvaro Pérez", el Bigotes. Tanto el considerado cabecilla de la trama, Francisco Correa, como su número dos, Pablo Crespo, y el propio Bigotes aseguraron que ese pago se correspondía con el expresidente de Isolux Corsán Luis Delso por un préstamo personal que había hecho a Pérez tras presentarle al entonces presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps. Aseguró que no tenía relación con Pérez, más allá de haberle visto "cinco o seis veces en Génova" y negó que le hubiera hecho los pagos que le atribuye la Fiscalía de 3.000 o 6.000 euros.  

Bárcenas, que no quiso responder a las acusaciones, sí contestó a las defensas, lo que le permitió "negar la mayor, la menor y la intermedia", en las palabras que él mismo utilizó el lunes. Es decir, que ante el tribunal sostuvo que sus ingresos en Suiza "no tienen nada que ver ni con Correa, ni con obra pública ni con el partido que gobierna España", como en su opinión muestra que mantuvo "un flujo constante" de ingresos y durante el gobierno socialista, de 2004 a 2011, cuando malamente podía mediar ante ministerios, recibió abonos por unos cuatro millones de euros.

Más tarde señaló que, pese a las bromas sufridas por su patrimonio, por las que llegó a afirmar que 2007 le había "estigmatizado como el hombre de los 48 millones", se jactó de su buen hacer con los negocios y llegó a decir que 30 de ellos se debieron al "rendimiento de su cartera de valores". 

"LOS POLÍTICOS SON MUY ESPECIALES"

A preguntas de su abogado, Joaquín Ruiz de Infante, el acusado negó incluso conocer al grueso de los imputados hasta que comenzó el juicio oral y haber tenido cualquier relación con las empresas de Correa. Y, por supuesto, haber tenido alguna capacidad para mediar en adjudicaciones. "Los políticos son muy especiales y se habrían reído del gerente. No me habrían cogido el teléfono", aseguró.

Bárcenas, gerente de Alianza Popular hasta 1987 y del PP, desde enero del 88 hasta junio de 2008, cuando es nombrado tesorero hasta su imputación en 2009, sostuvo que la capacidad de decisión económica correspondía al tesorero, entonces Álvaro Lapuerta, del que dependían gastos e ingresos, "los oficiales" y los "extraoficiales", que por eso mismo necesitan un trato más "delicado". Ambos llevaban una doble contabilidad de esos ingresos en B para evitar un mal uso y evitar poder quedarse con parte, como le acusa la Fiscalía. De hecho, aseguró que el entonces secretario general, Ángel Acebes, fue quien autorizó que las acciones de Libertad Digital se pagaran con la caja B.

También negó haber tenido cualquier intervención en las campañas electorales, que dijo que correspondían a un comité. Precisó la operativa de contratación y cómo en un momento determinado se niega a pagar facturas giradas por Rialgreen, la empresa de Correa que se encarga de la campaña electoral de las generales de 2003, y acaban siendo abonadas por la intemediación del "entorno de (José María) Aznar". "Es de sentido común que si yo cobrara" de ese empresario "no me habría opuesto a abonarlas y se pagaron, pero rebajadas", sostuvo.

COMISIONES IMPOSIBLES

Alegó que no tenía capacidad de presión sobre ningún cargo público para intermediar en la adjudicación de obras, ni como gerente ni como senador por Cantabria, cargo para el que fue elegido en 2004. Esgrimió que ni siquiera tenía relación con cargos públicos del partido en Castilla-León, porque al también acusado Jesús Merino le conoció a posteriori.

Según Bárcenas, el cobro de comisiones que le atribuyó Correa es imposible, porque los presidentes de FCC y OHL "son dos empresarios con una relación muy directa a máximos niveles, con el presidente y los ministros. Nunca se hubiesen prestado, ninguno de los dos, a hablar con el gerente para una operación de esas características", dijo para luego añadir que José Miguel Villar Mir tenía una estrechísima relación con Lapuerta. 

PP NACIONAL O PP DE MADRID

Las preguntas del abogado de José Luis Peñas, que grabó a Correa durante años y le denunció ante Anticorrupción, llevaron al presidente del tribunal, Ángel Hurtado, a precisar que Bárcenas está imputado por los hechos que atañen al PP nacional y no al de Madrid, y pidió que se centrara el interrogatorio. Hasta ese momento, el acusado no estaba aportando mucho: que él desconocía las donaciones que se hacían al PP de Boadilla del Monte y que eso lo sabría el PP "regional". Se da la circunstancia de que el PP nacional está imputado como partícipe a título lucrativo en la causa por los actos electorales que se hicieron en Boadilla y Pozuelo de Alarcón, por lo que el acusado podía haber ahondado en sus explicaciones, aunque fuera para decir que los gastos no dependían de la gerencia nacional sino de la del órgano al que correspondiera, como sostuvo más adelante, al ser preguntado por actos del PP de Castilla-La Mancha o del Grupo Popular Europeo.

En cuanto a su esposa, Rosalía Iglesias, que se enfrenta a 24 años y un mes de cárcel, Bárcenas volvió a exculparla. Reiteró que nunca hablaba con ella de negocios y que incluso firmaba por ella "con un churro" sus declaraciones de la Renta, incluida la del ejercicio 2006, por la que Hacienda le abrió una inspección en 2011 por un incremento patrimonial que atribuyó a la venta de cuadros, incluido un Greco, que alegan que compraron al extesorero del PP Rosendo Naseiro y que luego se vendieron a la pintora argentina Isabel Ardanaz, hecho que esta negó ante el juez.