LA ESTRATEGIA POSCONVERGENTE

El PDECat intenta acallar el debate sobre la sucesión de Puigdemont

Marta Pascal, ante los periodistas en la sede del partido.

Marta Pascal, ante los periodistas en la sede del partido.

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Una preocupación recorre hoy a las agrupaciones territoriales y la cúpula del PDECat, el partido posconvergente, y no se llama carrera sucesoria sinó mejora de las espectativas electorales. Este y no otro es el auténtico quebradero de cabeza en la formación nacionalista este inicio de año. Por ello este lunes la reunión del comité nacional -un órgano de dirección más amplio que la ejecutiva- ha dedicado mucho más tiempo a buscar incentivos para dar relieve al partido que no a discutir sobre la decisión de Carles Puigdemont -reiterada en la reunión por el mismo 'president'- de no repetir como candidato.

Puigdemont ha dejado claro por enésima vez que no repetirá y tras alguna intervención lamentando la decisión, el asunto ha quedado zanjado. La coordinadora general, Marta Pascal, ha tratado de ver el lado positivo, elogiando la "coherencia" del 'president' en este asunto desde el primer momento, y ha decretado el cierre de filas para evitar un debate sucesorio que distraería a los suyos de la tarea prioritaria: crecer. Crecer en militantes (ahora son unos 13.000, todavía menos de los aproximadamente 15.000 de la antigua CDC según sus propias cifras) y crecer sobre todo en votantes, a la vista de los malos augurios de las encuestas. La única voz disonante respecto a las órdenes de Pascal ha sido, a primera hora, la 'consellera' de Presidencia, Neus Munté, quien en TV-3 elogiaba las opciones de Artur Mas para volver a primera fila: "Sería un grandísimo candidato".

PLAN PARA MARCAR PERFIL

Pero ese no es el debate, hoy. Las bases posconvergentes viven con una evidente incomodidad la actual situación política del partido: encajado en Junts pel Sí, molesto especialmente por tener que compartir alianza con un partido a las antípodas ideológicamente del PDECat, com es la CUP, e incómodo por el crecimiento de Esquerra, a la que acusan de tratar de dinamitar a la posconvergencia a nivel local.

Así las cosas, la dirección ha puesto en marcha un plan de lo que Pascal define como "rearme" ideológico y de implantación. Para lo primero, se preparan diversos actos sectoriales (en la ciudad de Barcelona ya hay previsto un ciclo entero de charlas para los próximos meses, con dirigentes del partido y ponentes invitados) para poner al día qué piensa el PDECat sobre economía, salud o educación. Y a nivel general, el partido -cuyo convulso congreso fundacional no ofreció un plan ideológico definido- prepara una conferencia para la próxima primavera en la que pondrá sus cartas sobre la mesa. Era una asignatura pendiente, asumen internamente los posconvergentes.

En paralelo, el partido prepara planes de trabajo y de implantación para sus recien elegidos cargos locales y actos de presentación en todos los municipios, en los que el PDECat quiere arriesgarse a que la presencia de ciudadanos sea escasa. Lo importante, explican, es darse a conocer, tras un año convulso en el que la formación se ha presentado a las urnas sucesivamente como CiU, Junts pel Sí, Democràcia i Llibertat y Convergència. Inmediatamente después se bautizó como PDC y finalmente PDECat.

ADVERTENCIA A LA CUP

Una manera de definirse para el PDECat es, evidentemente, marcar perfil respecto a otros. Y este lunes, Pascal ha lanzado un nuevo aviso a la CUP: debe aprobar los presupuestos sin aspirar a lograr cambios en el modelo de concertación público-privada que defiende la posconvergencia. "No son presupuestos que deban cambiar ningún modelo de concertación público-privada ni educativo ni sanitario" ha avisado la dirigente nacionalista, dispuesta únicamente a tocar algunos "flecos" en la negociación con los 'cupaires'.