Iglesias y Errejón se preparan para el choque de trenes

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón en el pleno del Congreso.

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón en el pleno del Congreso. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Las familias de Podemos se preparan para un choque de trenes de final incierto que llegará este sábado en la reunión de la cúpula. Se espera una discusión áspera porque no hay acuerdo sobre cuáles deben ser las reglas de juego que rijan en su congreso estatal, Vistalegre II, en febrero. La disputa en la reunión del Consejo Ciudadano Estatal (CCE) hará visible el enfrentamiento entre Pablo Iglesias e Pablo Iglesias  Íñigo Errejón pero no decidirá qué sistema se impone, sino que será el prólogo de su primer duelo en las urnas. Desde el domingo y hasta el martes los dos líderazgos se enfrentan por primera vez en un referéndum en el que los 440.000 simpatizantes pueden elegir 440.000 simpatizantesqué modelo de votación quieren para su congreso. Puede parecer una cuestión técnica, pero tiene gran trascendencia. Tras las propuestas de sistema de elección anidan, también, tres concepciones distintas (pablista, errejonista y anticapitalista) de cuál ha de ser la estructura del partido y el rumbo político que debe guiar a Podemos en esta nueva fase. Los resultados se conocerán como la lotería, el jueves 22. Lo que ocurra a partir de entonces, es una incógnita.

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En lo inmediato, las tres facciones intensifican su campaña para ganar este primer referéndum. Errejón hizo este viernes la presentación de su propuesta. Quiere que en Vistalegre II el proyecto político se vote por separado de las caras y evitar que el futuro de Podemos sea un plebiscito sobre la figura de Iglesias, a quien sigue defendiendo como secretario general.

DESMADRILEÑIZAR Y DESMASCULINIZAR

El número dos desea que el sistema de elección sea plenamente proporcional y que el partido que refleje la identidad de los territorios, que se descentralice, que sea más feminista y que se reconozca el derecho a discrepar. Que no sea visto como una traición, sino como algo enriquecedor. “Hay que salir de la lógica del divorcio y hay que inaugurar una nueva fase. Estoy convencido de que el clamor para desmadrileñizar, desmasculinizar y descentralizar es mayoritario en las bases ahora y va a serlo también en Vistalegre”, sostiene. A su juicio, el sistema propuesto por Iglesias puede llevar “a repetir formas del pasado o a una involución”. 

EL PAPEL DE IA

El secretario general explica porqué no ha habido acuerdo para llevar una propuesta conjunta a las bases. “No estoy de acuerdo con él [Errejón]. Las personas tienen que estar ligadas a las ideas. Yo no quiero que la gente me vote por mi cara, quiero que sea por mis ideas”, defiende. Iglesias cree que su sistema es el mejor y recuerda que establece criterios positivos, como premiar los pactos entre corrientes.

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En el debate, es clave el papel de los anticapitalistas (IA) liderados por Miguel Urbán, quien ha ido aumentando su poder y puede ser clave. Aunque en lo organizativo coincide con los errejonistas (partido descentralizado y más democrático) en términos políticos es más cercano a las tesis pablistas (radicalización del discurso y presencia en la protesta social). En este primer referéndum Urbán ha evitado pactos para preservar su propia identidad y, también, para no alinearse prematuramente porque cuenta con que recibirá ofertas de ambas partes. Dice estar dispuesto a escuchar a todos. En Madrid pactó con Iglesias y que el equipo cercano al secretario general cree que se repetirá ese apoyo. Urbán espera desde cierta distancia y no descarta que, después de todo, Iglesias y Errejón limen discrepancias y concurran juntos. 

Es difícil que el secretario político tome una decisión antes de conocer el resultado del jueves, pero la reunión de este sábado aportará argumentos a favor o en contra.  En un principio, debería ser el Consejo Ciudadano, máximo órgano entre congresos (con mayoría errejonista), quien decidiera las normas de Vistalegre II. Pero Iglesias convocó el referéndum, amparado en unos estatutos le permiten hacerlo.