LA HOJA DE RUTA DEL SOBERANISMO

La fecha del referéndum, ¿en el aire?

El 'president' Carles Puigdemont, en el Parlament para asistir a una sesion de control al Govern.

El 'president' Carles Puigdemont, en el Parlament para asistir a una sesion de control al Govern.

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Primero fue la CUP, después ERC, pero al PDECat no le importaba. Anticapitalistas y republicanos apuntaban a la necesidad de precipitar el referéndum si la justícia inhabilita a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell. La respuesta inicial de los posconvergentes fue el enojo. No tocaba jugar a tocar el calendario, ni hacer "política ficción", dijo la líder del partido, Marta Pascal.

Molestaba que se jugara con la fecha porque ello no hacía nada más que alimentar el 'procesismo', es decir, el debate constante sobre los contenidos, las intensidades y los plazos de la carrera hacia la independencia. Pero dicho todo ello, Pascal no se cerraba en banda a nada.

Y una semana después, y de nuevo a vueltas sobre la fecha de la consulta, ha sido el 'president', el líder máximo, Carles Puigdemont, quien por vez primera se abonaba a la tesis de, quizá, adelantar calendarios. En una entrevista este martes a primera hora en Ràdio 4, apuntaba que "puede haber factores que nos lleven a ajustar el calendario". Los factores son las posibles inhabilitaciones.

Unas horas más tarde la portavoz del Govern, Neus Munté, confirmaba que sí, que la puerta está abierta. O dicho de otro modo, que todo es posible salvo hacer el referéndum más tarde de la segunda quincena de septiembre del próximo año. "Los acontecimientos nos pueden llevar a tener que sentarnos y reconsiderar diferentes aspectos", ha apuntado. Una manera suave de decir lo mismo que la CUP y que ERC, pero sin dar nada por seguro. "Si se produjera una inhabilitación -ha añadido- los distintos actores nos sentaríamos a analizar la situación y ver cual es la respuesta".

LOS PLAZOS DE LOS JUICIOS

De este modo, queda todo absolutamente abierto. Ahora bien, en privado el Govern trabaja con el calendario inicial, el de celebrar el referéndum (si el Estado no logra impedirlo) la segunda quincena de septiembre. ¿Por qué? Porque la eventual inhabilitación de Forcadell no se produciría antes del verano, dado que en caso de que el TSJC emita una sentencia en este sentido, la presidenta del Parlament tendrá la oportunidad de recurrir al Supremo, y el ritmo de la justícia llevará a dilatar el caso. Como mínimo hasta el referéndum.

Lo mismo sucede con las acusaciones contra el 'expresident' Artur Mas y las 'exconselleres' Irene Rigau y Joana Ortega. Todos ellos podrían recurrir al Supremo si son inhabilitados. Caso distinto es el del también 'exconseller' y hoy diputado en el Congreso, Francesc Homs, cuya causa se debate en el Supremo. Pero difícilmente toda la hoja de ruta sufriría un avance del calendario solo por el caso de Homs.

EL GOVERN EN PLENO, CON FORCADELL

Así las cosas, el Govern lo que sí hará es alimentar la movilización social ante los procesos judiciales a los que se enfrenta el soberanismo. El ejemplo más claro se vivirá este viernes, cuando Forcadell está citada en el TSJC para declarar por haber permitido el debate del Parlament sobre las conclusiones de la comisión del proceso constituyente. El Govern practicamente en pleno la acompañará desde el Parlament a la sede judicial, a pie, junto a otros actores políticos y sociales del soberanismo. El 'president' Puigdemont también participará en esta movilización, que va camino de convertirse en otro acto de unidad independentista y de participación ciudadana, como el que se produjo cuando fue Mas el que declaró ante el TSJC por la organización del proceso participativo del 9-N del 2014.

Y es que la movilización es una de las herramientas estratégicas clave del soberanismo cara a los decisivos próximos meses en los que necesitará apoyo ciudadano ante los casos judiciales y, sobre todo, a la hora de llenar las urnas en el hipotético caso de que se llegue a celebrar el prometido referéndum.