ENTREVISTA
Sonia Castedo se derrumba
"De mí dirán que soy una corrupta, pero no tiene solución", responde la exalcaldesa de Alicante ante la pregunta de qué pensarán los españoles de ella
La que fuera alcaldesa de Alicante por el PP, Sonia Castedo, se derrumbó este jueves en una entrevista televisiva cuando admitió que "siempre" será recordada como una "corrupta" por la sociedad española. "De mí dirán que soy una corrupta, pero no tiene solución", dijo, entre lágrimas.
Todo empezó cuando el periodista de Antena 3 que le estaba haciendo la entrevista le preguntó por Rita Barberá. "Entre todos se ha provocado que Rita muriera de pena y tristeza", consideró antes de asegurar que si se pregunta a cualquier persona por la exalcaldesa de Valencia contestaría que es una "corrupta" y que dirían lo mismo de ella. En ese momento rompe a llorar y afirma que es algo que le parece "muy injusto" pero que "no tiene solución". "No tiene ninguna ya", añadió, para subrayar que dejó la alcadía de Alicante con dos investigaciones judiciales sobre ella: el 'caso Rabasa', que ya está archivado, y le queda pendiente la causa sobre el Plan General de Ordenación Urbana de Alicante. "Da igual. El machaque ha sido tan continuo que para la gente siempre serás una corrupta", se ha lamentado.
La exalcaldesa alicantina, que reconoció que "sí" vivió la soledad, explicó, al ser preguntada por si hubo presión para dejar el PP, que "en un momento" la dirección nacional la llamó a Madrid para preguntarle "qué tenía pensado hacer porque la situación se estaba complicando, estaba todos los días en los medios de comunicación, estaba en las noticias... que sabían no era justo, pero que no podían hacer nada contra eso". Castedo añadió que su respuesta fue que "no se preocuparan, que la decisión la tenía tomada y que lo que iba a hacer les iba a beneficiar, que era irme como alcaldesa", para lo que puso una condición: "Yo decidía cuándo".
UNA "LACRA" PARA EL PP
"Es muy difícil porque eres una lacra, tu nombre es una lacra en muchos aspectos y no todo el mundo se atreve a tener de compañero de viaje a una lacra", continuó antes de recordar que jamás se le ha acusado de llevar nada, "absolutamente nada". A su juicio, en su caso el "gran problema" fueron las conversaciones grabadas con el empresario alicantino Enrique Ortiz, porque "es muy morboso" escucharlas, aunque se preguntó si en ellas hay "algo delictivo".
"¿Hay algo delictivo? Si lo hay, que se me juzgue. Alguien dijo que no eran éticas. Pero, ¿en qué no son éticas?", insistió, y recalcó que no cambiaría "en absoluto" su relación con Enrique Ortiz, con el que mantiene la misma que antes aunque ahora "un poco más cada uno por su lado" porque no quiere que la vean con él.
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