Correa matiza que rompió con el PP no porque llegara Rajoy, sino por un empleado

Luis Barcenas

Luis Barcenas / periodico

ÁNGELES VÁZQUEZ / MADRID

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Cuando se tienen dos días para declarar da tiempo a matizar las palabras. Y más si uno se pasa toda la noche dándole vueltas, como dijo Francisco Correa que había hecho. En cuanto pudo este viernes aseguró ante el tribunal que juzga el 'caso Gürtel' que no dejó de trabajar con el PP "porque entró (Mariano) Rajoy y se marchó (José María) Aznar," sino porque contrató a Antonio Cámara, hombre de confianza del primer expresidente del Gobierno con el PP, del que fue secretario personal.

Según Correa, que ayer contó que las relaciones con el partido se habían roto por la "falta de química" existente entre Rajoy y el número dos de la trama, Pablo Crespo, señaló hoy que contrató a Cámara porque su amigo Alejandro Agag le dijo que "al presidente le gustaría que Cámara entrara a trabajar" con él y que era un experto en eventos. Resultó que su nuevo empleado "tenía problemas graves con mucha gente del PP". 

También aseguró que "PAC no es Paco Álvarez Cascos". Correa zanjó así las preguntas de la fiscala Anticorrupción Concepción Sabadell con las que buscaba que el principal acusado del caso admitiera que Francisco Álvarez Cascos, que fue ministro de Fomento en el Gobierno de José María Aznar, aparecía también en la contabilidad de la trama como uno de los perceptores de comisiones, en concreto, a través de Spinnaker, dedicada a la publicidad y que fue adjudicataria de todas las campañas del partido.

"Era Paco Correa", aseguró el acusado, que ayer admitió que sus siglas eran "PC", no "PAC". Al descubrir la fiscala esa contradicción, le volvió a preguntar y el cabecilla de la trama corrupta dijo: "Será Pablo Crespo. No me acuerdo". Para cortar el tema fue tajante, y negó una de las sospechas que ha estado presente durante los más de siete años que ha durado la instrucción del caso. Cascos fue quien, según declaró ayer, le dio el visto bueno necesario para que empezara a colaborar con el partido.

"Si recordara realmente quién es (PAC), se lo diría", prometió Correa a la fiscala Concepción Sabadell, que hoy sí llevó el interrogatorio del acusado, a diferencia de ayer en la que el acusado fue haciendo comentarios según él mismo entendía conveniente. Eso permitió que le realizara la pregunta que ayer quedó en el aire: ¿con qué ministerios se relacionaba la trama?

Correa admitió que los ministerios con los que mediaba para conseguir adjudicaciones a empresarios afines al partido eran los de Medio Ambiente y Fomento, aunque señaló que él no hacía directamente la gestión con ningún funcionario. También ofreció los nombres de algunas de las principales constructuras del país que, según el acusado, recurrían a él para obtener adjudicaciones públicas. Son OHLACS Dragados. "Son pagos por éxito, muchas de las obras que gestionábamos se perdían", sostuvo. La primera ya ha anunciado que se querellará contra Francisco Correa por calumnias; sostiene que "no ha pagado comisiones ilegales ni ha tenido relación alguna" con él.

MOLESTO CON SEPÚLVEDA

A diferencia de las siglas PAC, sí identificó las demás que aparecían como personas beneficiarias de Spinnaker. No le hizo falta añadir ningún nombre. Eran los ya conocidos: él mismo (PC), Crespo, Luis Bárcenas (LB)Jesús Sepúlveda (JS), Jesus Merino (JM) y el exeurodiputado por el PP Gerardo Galeote (GG) , que no está siendo juzgado por prescripción de los delitos que podría haber cometido.

Se mostró dolido con Sepúlveda, a cuya campaña a la alcaldía del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón aportó 120.000 euros, porque, según el acusado, después le concedió actos a otra empresa. Y eso que le había regalado actos infantiles para los hijos del exmarido de la exministra Ana Mato, viajes y hasta tres coches, un Jaguar y dos Range Rover. Lo que sí negó es que el dinero que le entregó en efectivo fueran los pagos de 3.000 euros mensuales que constan en la contabilidad de la trama como pagados a JS, siglas que relacionó con el asesor fiscal de su empleado, Álvaro Pérez, 'el Bigotes', y que justificó con la deuda a la Seguridad Social que éste al parecer tenía. 

Y en cuanto al origen de la trama Gürtel, que ayer también quedó en el aire, la situó en el municipio madrileño de Majadahonda, en una operación urbanística, cuya adjudicación a una determinada empresa fue paralizada por la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que no sale mal parada de esta versión porque gracias a volver a sacar el concurso el beneficio ascendió de 17.000 millones de pesetas a los 21.000 que acabó pagando Sacyr. A consecuencia de ello, Guillermo Ortega perdió la alcaldía y se expulsó del partido a José Luis Peñas y a Juanjo Moreno, que formaron un nuevo partido con el apoyo de Correa. “Ese es el origen de la Gürtel, no el que dijo Aguirre”, aseguró el acusado.

En su papel de hombre de negocios que sólo cometió el error de no pagar al fisco, porque lo demás era lo que tenía que hacer para que a sus empresas les fuera bien. Y en esa línea Correa aseguró que cuando rogó a Ortega que no dimitiera no lo hizo por interés económico, sino como ciudadano, porque entendía que el regidor tenía razón frente a la Comunidad. Más adelante admitió que de haber salido adelante el primer concurso, él se habría llevado la correspondiente comisión.

El juicio se reanudará el lunes con la declaración de Correa, que contestará a la acusación popular que ejerce el PSOE en Valencia y a su defensa.