PLENO EN LA CÁMARA BAJA

El equilibrio del Congreso evidencia la fragilidad del PP

Los diputados de PDC Francesc Homs y Joan Capdevila conversan en el patio del Congreso minutos antes de la votación.

Los diputados de PDC Francesc Homs y Joan Capdevila conversan en el patio del Congreso minutos antes de la votación. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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El pleno del Congreso concentró este martes en una sesión de alto voltaje dialéctico un puñado de evidencias que ahondan en la paradoja que vive la situación política. PSOE, Podemos, ERC, PDC y PNV votaron juntos iniciativas como la reforma de la Lomce (Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa) o el fin de la prisión permanente revisable, que salieron adelante porque impusieron su mayoría a la del bloque conservador, defendido por el 'no' del PP y una abstención de Ciudadanos. Progresistas e independentistas no han logrado, desde el 20-D, tejer ningún acuerdo viable de gobierno, pero demuestran en el Parlamento una sintonía reveladora. Aunque la implosión del PSOE llegase a facilitar una reelección de Mariano Rajoy, si la legislatura sigue en marcha, el Congreso tendrá capacidad para tirar adelante políticas de cambio. El PP y C’s están en inferioridad en el equilibrio de fuerzas en el hemiciclo, y si Rajoy repite como presidente, se verá obligado a luchar y pactar cada una de sus propuestas para buscar aliados puntuales que se cobrarán cara una eventual ayuda.

El Congreso aprobó, con la ausencia de Pedro SánchezPedro Sánchez, la iniciativa del Partit Demòcrata para derogar la Lomce y retirar las reválidas de ESO y el bachillerato. El PDC considera que la legislación aprobada por los populares no respeta las competencias autonómicas establecidas por la Constitución y que constituye “un claro ataque al progreso” y un paso más hacia la recentralización. La antigua Convergència recordó que de 1,5 millones de alumnos catalanes, solo 50 han pedido estudiar en castellano. 

El PNV también sacó adelante su proposición no de ley para tumbar la reforma del Código Penal que el PP introdujo en 2015 que estableció la pena de prisión permanente revisable. Los nacionalistas vascos consideran que es una ley “irresponsable”, que “encubre una pena de prisión de por vida o prisión perpetua” que vulnera el mandato constitucional de la resocialización.

RIFIRRAFE Y TENSIÓN

La tensión en el hemiciclo se elevó con el rifirrafe entre los portavoces del PP, el PSOE, Podemos y Compromís que se engancharon en una bronca en la que intentó mediar la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, sin ningún éxito. El barullo comenzó con una acalorada intervención de la líder conservadora en València, Isabel Bonig, que aprovechó su turno para defender una modificación del estatuto autonómico para cargar en tono mitinero contra los partidos de izquierda. Les acusó de “victimistas” y se dirigió a ellos con un desdén que despertó el enfado de Joan Baldoví, diputado de Compromís, replicado de inmediato por el representante del PP. El podemista Íñigo Errejón trató de manifestar su queja, pero la presidenta solo le dejó intervenir unos instantes. Finalmente el portavoz socialista afeó a Pastor su interpretación del reglamento.