LA CRISIS SOCIALISTA

El presidente de la gestora del PSOE: "La peor solución son terceras elecciones"

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Javier Fernández, presidente de Asturias y de la recién creada gestora del PSOE, dio este lunes un paso hacia la abstención en una investidura de Mariano Rajoy, que gana muchos enteros una vez que Pedro Sánchez, que abanderaba el 'no', se vio forzado a dimitir  como líder socialista en el traumático comité federal del pasado sábado. “La peor solución son unas terceras elecciones”, subrayó Fernández después de la primera reunión del organismo que pilotará el PSOE hasta su próximo congreso. "La abstención no es apoyo", insistió el asturiano, que también mantuvo una conversación con el propio Rajoy. 

Según explicó la dirección socialista, el jefe del Ejecutivo en funciones llamó a Fernández para "felicitarle" por su nombramiento. "Ambos dirigentes han acordado proseguir con el cauce de comunicación que siempre ha habido entre el Gobierno y el primer partido de la oposición", continuó el PSOE. En rigor, esto no siempre ha sido así. Las relaciones entre Rajoy y Sánchez estaban prácticamente rotas en los últimos tiempos. 

Aun así, la gestora no ha tomado ninguna decisión sobre la gobernabilidad de España, ni Fernández fue más allá de estas palabras. El dilema entre ir a unas nuevas generales o permitir la continuidad de Rajoy en la Moncloa se resolverá, explicó, en un nuevo comité federal, que no tendrá lugar el próximo sábado. Dado que el 31 de octubre se disolvería el Parlamento y se convocarían nuevos comicios si no hay acuerdo para una investidura, lo más probable es que este organismo, el más importante del PSOE, se reúna el sábado 15 de octubre. Pero antes Fernández quiere citar a todos los barones del partido, dentro del consejo territorial, para pulsar su opinión, que no es ni mucho menos uniforme. Varios presidentes autonómicos temen que facilitar la continuidad del PP en el poder desestabilice a sus propios gobiernos, sostenidos en parte gracias a Podemos, IU y Compromís.

"No sé si la alternativa es abstenerse u otras elecciones. Yo tengo una opinión, que es bien conocida, y tengo un papel. No debo pronunciarme sobre este asunto como presidente de la gestora. Se decidirá en el comité federal", insistió Fernández, que fue más claro en otros dos asuntos relacionados con la investidura. Por un lado, sobre la posibilidad de que se conceda libertad de voto a los diputados socialistas, el asturiano señaló que no es algo que esté "contemplado". Por otro, en relación a una posible consulta entre los militantes para decidir sobre la abstención, una medida que reclaman los fieles a Sánchez, apuntó que en su caso debería decidirse, mediante votación, en el comité federal. Los contrarios al ya exsecretario general ven con malos ojos un proceso interno de este tipo, y como quedó demostrado el pasado sábado son mayoría en este organismo.  

"LAMENTABLE Y BOCHORNOSO"

"El espectáculo lamentable y bochornoso que hemos dado no debe volver a presentarse. La primera tarea que me encomiendo a mí mismo es pactar, tender puentes y cohesionar. Se ha perdido la confianza de los ciudadanos al partido, pero esa confianza también ha colapsado en el seno del PSOE. Hay que recuperarla. Hay que bajar el incendio interior que nos está consumiendo, e impedir que las entrañas del partido estén repletas de rencores y conciliábulos", dijo Fernández, un dirigente muy respetado entre los socialistas, quien también agradeció a Sánchez "su trabajo en estos dos años, que han sido muy duros". Poco antes, el exlíder había anunciado en su cuenta de Twitter que no renunciaba a su escaño en el Congreso de los Diputados porque tiene “un compromiso con los electores". Sánchez está dispuesto a plantear batalla. Según sus afines, su capital político aumentaría si el PSOE acaba absteniéndose. 

Fernández, por último, anunció que la gestora (cuyo  portavoz será el andaluz Mario Jiménez, muy cercano a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que este sábado echó balones fuera sobre la investidura) hará cambios en las direcciones de los grupos parlamentarios en el Congreso, el Senado y la Eurocámara. "Será pronto, pero tampoco estamos pensando en que esos cambios sean drásticos. En ningún caso habrá una revolución en los grupos parlamentarios", dijo, sin aclarar si Antonio Hernando y Óscar López, portavoces en la Cámara baja y la alta, respectivamente, permanecerán en sus cargos. Iratxe García, portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo, ya ha anunciado que no quiere continuar en ese puesto.