LA RESACA ELECTORAL

Podemos impone la vía dura de pactos y rompe con García-Page

Emiliano García-Page, en el comité federal del PSOE de mayo del 2015.

Emiliano García-Page, en el comité federal del PSOE de mayo del 2015.

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Podemos rompe con el PSOE en Castilla-La Mancha, con una decisión que deja en vilo el gobierno de Emiliano García-Page y que traza la hoja de ruta en las negociaciones con Pedro Sánchez, cuya llamada siguen esperando. Pablo Iglesias considera que el barón socialista no ha cumplido el acuerdo suscrito en 2015 y que su actuación demuestra que los pactos pueden ser solo un papel mojado. Para evitarlo, insiste, la única fórmula es formar con Sánchez un gobierno de coalición que dote a Podemos de la capacidad de blindar los compromisos desde la Moncloa. “Revela que cuando se llega a un acuerdo programático con nosotros hay que respetarlo” señaló el secretario general para sostener la línea dura de negociación. Su estrategia choca con la que defiende el ‘número 2’, Íñigo Errejón, quien no descarta apoyar a Sánchez sin entrar en el gobierno con el objetivo de evitar las terceras elecciones y permitir a Podemos madurar desde la oposición.

La visión ‘errejonista’ tiene escasos visos de prosperar. Tras la reunión de la ejecutiva este lunes, el secretario de Organización, Pablo Echenique, que suele mantenerse en terreno neutral, abogó por alinearse con los postulados de  Iglesias. “Pablo dice que a los papeles se los lleva el viento. Si uno no es ejecutivo tiene menos elementos para hacer cumplir acuerdos. Mi postura personal es dar un gobierno en coalición”, reconoció.

CÓNCLAVE EL 8 DE OCTUBRE

El 'número 3' también admitió que si se llegan a abrir las esperadas negociaciones con el PSOE, Podemos exigirá carteras ministeriales, y que ni siquiera se plantea asumir la vía de Errejón. De hecho, confirmó que el próximo Consejo Ciudadano Estatal, del 8 de octubre, no votará bajo qué posición se sientan a negociar con Sánchez, aunque se manifiesten discrepancias, como ya ha sucedido. “No he escuchado todavía a los que puedan defender un gobierno monocolor qué ventajas tendría aquello. O no he conseguido encontrarle ninguna”, argumentó Echenique, quien aseguró que su “percepción” es que la posición de Iglesias es “mayoritaria”. 

La imposición de la línea dura se escenifica con la ruptura en Castilla-La Mancha justo tras conocerse el descalabro del PSOE el 25-S, superado por Podemos en Euskadi Galicia. Para los ‘pablistas’, el resultado permite solo una “satisfacción moderada”,  pero vencer a los socialistas en los dos territorios les permite negociar sin someterse, es decir, exigir un gobierno de coalición.

EN CADENA O AISLADO

Los morados niegan que la ruptura pueda extenderse a otras autonomías, como Extremadura, Baleares Aragón. Sin embargo, Twitter se incendió con esta posibilidad y Podemos tuvo que salir a última hora del lunes a desmentir que exista un divorcio del PSOE en cadena.  "Las informaciones que apuntan a una ruptura del pacto de Gobierno entre PSOE y Podemos en Extremadura es rotundamente falsa porque nunca hubo ningun tipo de pacto de Gobierno ni de investidura. Podemos Extremadura votó que SÍ tras una consulta con los inscritos que no incluía ningún tipo de acuerdo. Del mismo modo el PP se abstuvo con total ausencia de condiciones", señalaron. También el presidente extremeño, Fernández-Vara, lo negó.

Podemos también desmintió que se esté valorando un cambio en la línea de diálogo en Baleares. Sin embargo, ante esa eventualidad, el PP movió ficha. Su secretaria general, María Dolores de Cospedal, se afanó en transmitir que los conservadores podrían apoyar a esos gobiernos en apuros si el PSOE facilita una abstención a Mariano Rajoy. La maniobra ya fue planteada, sin suerte, en la anterior legislatura.