CITA CON LAS URNAS

Urkullu tendrá que pactar para volver a ser lendakari

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AITOR UBARRETXENA / SAN SEBASTIÁN

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La campaña electoral vasca que arranca esta medianoche se presenta con muchas incógnitas pero con una certeza: el actual lendakari, Iñigo Urkullu, va a tener que pactar con uno o dos partidos si quiere repetir en el cargo. La entrada en liza de Podemos, junto al desplome que le auguran las encuestas al PSE y los esperados descensos de EH Bildu y el PP, dibujan una Cámara inédita, en la que distintas combinaciones de partidos podrían gobernar. Un juego de alianzas que podría ser decisivo también para desencallar el proceso de investidura del presidente del Gobierno.

Todos los sondeos pronostican que el PNV se impondrá con claridad, ajeno totalmente al nuevo reparto de escaños que implica la irrupción de Podemos. La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) le otorga el 29,8% de los votos y 27-28 escaños, con lo podría incluso sumar uno más a los que ya tiene. La formación morada alcanzaría los 15-16 asientos y un 13% de los votos, empatando prácticamente con EH Bildu en la segunda posición. La formación independentista se quedaría con el 12,7% de apoyos y 16 representantes, por lo que cedería cinco respecto a las últimas autonómicas.

PACTOS A TRES

La fuerza política que sufriría con mayor dureza el estreno del partido de Pablo Iglesias en el panorama autonómico vasco sería el PSE, que de 16 parlamentarios pasaría a 8. Este resultado impediría que un pacto entre PNV y los socialistas, su socio en las principales instituciones vascas, alcanzara la mayoría absoluta, cifrada en los 38 parlamentarios. Sin embargo, tampoco les superaría la suma de EH Bildu y Podemos, por lo que pueden ser necesarios los acuerdos entre tres partidos para controlar la Cámara.

Por su parte, el PP también obtendría 8 escaños, dos menos que hace cuatro años. Ciudadanos, pese a lo publicado en otras encuestas electorales, quedaría fuera del Parlamento de Vitoria según el CIS. Con ello, un eventual trueque entre el PNV y el PP o los socialistas para las investiduras en la Cámara vasca y en el Congreso sería inviable, pues Urkullu necesitaría el concurso de ambas fuerzas para continuar como lendakari.

LA POLÉMICA POR LA CANDIDATURA DE OTEGI

No obstante, la encuesta del CIS es anterior a la decisión del Tribunal Constitucional de dejar a Arnaldo Otegi fuera de la carrera electoral, un hecho que podría reactivar el voto de parte de su base social, que se había distanciado de la coalición independentista en las dos últimas elecciones generales. Falta por saber quién será la portavoz parlamentaria de EH Bildu, aunque la periodista Maddalen Iriarte es la mejor situada. Por su parte, Podemos, la fuerza más votada en Euskadi, ha apostado por una candidata independientePili Zabala, para debutar en la Cámara vasca con una fuerza determinante, aprovechando el enorme tirón del que ha gozado hasta la fecha en las elecciones generales.

Los sondeos son agridulces para las formaciones nacionalistas. Aunque EH Bildu retrocede, aguanta lo suficiente como para seguir aspirando al segundo puesto, y buscar acuerdos en favor del derecho de autodeterminación, incluso con Podemos. Aunque es altamente improbable que alcancen un pacto estable con los peneuvistas, en la pasada legislatura sí que han unido sus fuerzas para sacar adelante proyectos como la ley municipal. Precisamente este es el principal argumento de los candidatos del PSE, Idoia Mendia, y del PP, Alfonso Alonso, que se postulan como los únicos capaces de detener el 'efecto contagio' del proceso soberanista catalán que anhelan los aberzales.

BLOQUEO IMPOSIBLE

Pese a esa fragmentación del voto, en Euskadi no podría repetirse el bloqueo que sufre la investidura de Rajoy, porque el sistema electoral vasco permite que el lendakari sea elegido por mayoría simple. De hecho, el propio Urkullu logró ser investido y completar la legislatura sin mayores problemas, pese a que el PNV logró únicamente 27 parlamentarios. Sin embargo, un hipotético acuerdo entre Podemos EH Bildu para presentar a un candidato alternativo sí obligaría a los peneuvistas a granjearse el voto del PSE o del PP. Este escenario es precisamente al que apelan quienes elucubran con un intercambio de apoyos en Madrid Vitoria, una posibilidad rotundamente desmentida por el partido de Andoni Ortuzar.